El técnico portugués tiene a una gran parte del aficionado de espaldas y pidiendo su marcha y además el vestuario no entiende sus últimas decisiones
VALENCIA. Nuno Espírito Santo tiene una complicada papeleta en el Valencia CF. El técnico luso es ahora mismo el centro de todas las críticas del valencianismo por el mal inicio liguero del equipo valencianista. Al luso se le acumulan los problemas y él mismo fue el que decidió enfrentarse en solitario a cualquier problema que le pudiera llegar.
El técnico valencianista tiene ahora mismo a una gran mayoría del aficionado totalmente de espaldas y deseando que el club realice un cambio en el banquillo. Además, los malos resultados y los continuos cambios en el equipo han provocado muchísimas dudas en un vestuario que hace tiempo cuestiona las decisiones del portugués. Además, el luso sabe perfectamente que su amistad con el máximo accionista, Peter Lim, o ser representado de Jorge Mendes, íntimo de Lim no son garantía de nada y sí los resultados siguen sin llegar será relevado en el cargo.
El primer lugar en el que el técnico debe volver a ser fuerte y ahora mismo no lo es, porque su mensaje no cala, es en el vestuario. Ahí, un núcleo importante de futbolistas no entienden muchas de las decisiones del entrenador en las últimas semanas. No entienden los continuos cambios de sistema y sobre todo de onces y de jugadores.
Los futbolistas no están teniendo la continuidad necesaria,para poder rendir, salvo contadas excepciones. Muchos están siendo los cambios en tan sólo cinco jornadas de Liga y así es imposible asentar un esquema, unas ideas, una base y un bloque. Eso es lo que piensa la mayoría de la plantilla que ven a un Nuno más nervioso que nunca y menos acertado en las decisiones desde que llegó al club.
Además, el técnico portugués también ha perdido el respaldo de la grada que ha pasado de idolatrarlo a no querer que continúe en Mestalla. El verano enrarecido hizo que la temporada comenzara con los ánimos excesivamente encendidos y pese a clasificarse para la Champions, este aspecto no apaciguó las críticas.
Este ambiente está sometiendo al equipo y al técnico a una presión que no están sabiendo llevar. Los jugadores no encuentran el respaldo tras los fallos que cometen y Nuno se ha convertido en el blanco de la ira de los seguidores, algo que parece prácticamente irreconducible.
La situación obliga ahora a no equivocarse para que la situación no se convierta en dramática. Quedan tres partidos antes del parón por selecciones y Nuno se juega el escaso crédito que todavía le queda en una pequeña parte de la afición.
El técnico debe volver a ganarse al vestuario en esta semana de tres partidos y convencerles de sus ideas, como hizo la temporada pasada y así empezar a sacar resultados puesto que de lo contrario, por mucha confianza que Lim tenga en él, el ambiente le hará perder el cargo.