El entrenador luso conoció la parte más amarga del aficionado valencianista y ahora deberá mejorar mucho los resultados para volver a recuperar crédito
VALENCIA. En apenas un sólo año Nuno ha pasado de ser un entrenador querido por el público de Mestalla, en algunos casos incluso aclamado, a escuchar como la casi mayoría del estadio le pide que se marche. Sin término medio. El técnico ha visto como los mismos que le aplaudían ahora le quieren fuera del club.
Los malos resultados ligueros en este inicio de temporada, donde el equipo sólo ha sido capaz de sumar una victoria ante el Sporting, y tres empates ante rivales a priori asequibles para haber sumado algún punto más de los seis obtenidos, han sido uno de los argumentos que han provocado los pitos al técnico.
Sin embargo, los malos resultados no son el único motivo que han despertado el malestar el aficionado con el técnico. Hay varios más, y de peso.
Por una parte es innegable que las salidas del expresidente Amadeo Salvo, y del Manager General Deportivo, Rufete, le ha generado un sector importante que le hace responsable de ello. Pero hay otro detalle importante en los pitidos y el malestar con el entrenador luso y que está relacionado con la salida de los cargos anteriormente citados: la planificación de la actual plantilla.
En la calle hay una corriente muy extendida que no está nada contenta con los fichajes realizados este pasado verano. Excesiva juventud, pocos nombres contrastados y un once inicial que no ha tenido mejoras pese a sí tener bajas importantes, por lesiones y salidas. Evidentemente, ahora se señala al portugués porque él ha sido el que se ha quedado como máximo responsable deportivo en el club.
Cuando Nuno llegó al Valencia CF tuvo que aguantar una crítica cruel que le señalaba por llegar simplemente por su amistad con Peter Lim. Esa imagen consiguió borrarla con el gran inicio de temporada, del año pasado, pero ahora todo eso se ha esfumado.
El inversor asiático mantiene intacta su confianza en su apuesta para el banquillo. Nuno tiene crédito. Bastante. Sin embargo, los resultados son los que juzgan a los entrenadores y ahora encara su peor momento justo cuando se amontonan los partidos para su equipo.
En los próximos 14 días, el Valencia CF deberá jugar cuatro partidos que marcarán mucho el futuro del equipo en esta temporada. Espanyol, Granada, Olympique Lyon y Athletic de Bilbao esperan a los de Nuno en los próximos días.
Nuno sabe que se juega muchísimo porque pese a que su crédito ante el dueño está intacto, su imagen ante el aficionado está muy tocada y sólo los buenos resultados le otorgarán nuevos balones de confianza de parte del aficionado valencianista.