VILA-REAL. Marcelino García Toral ya es de manera oficial nuevo entrenador del Villarreal. El asturiano ha firmado por lo que resta de temporada y dos más, es decir, hasta el 30 de junio de 2026. De esta forma regresa al club que ya dirigió con éxito entre 2013 y 2016 para tratar de enderezar el rumbo de un equipo que ha triturado dos técnicos esta temporada y que se encuentra muy lejos de cumplir sus objetivos.
El equipo, ya bajo las órdenes de Marcelino, realizará este martes una doble sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, que tendrán lugar a las 10.30 y a las 18.00 horas respectivamente. Entre ambas sesiones, a las 13:30, tendrá lugar la rueda de prensa de su presentación en la sala de prensa del Estadio de la Cerámica.
La vuelta del preparador asturiano ilusiona a la afición grogueta, que aún recuerda con cariño su estapa en el Submarino, con un rendimiento constante en Liga y alcanzando unas semifinales de Europa League y unas de Copa del Rey. Manu Trigueros, Alfonso Pedraza, Denis Suárez y Gerard Moreno son los cuatro futbolistas que entrenó Marcelino y que continúan en la plantilla amarilla.
Tras los pasos de Quique Setién y Pacheta por el banquillo de La Cerámica, con Marcelino la entidad de Vila-real recupera un perfil de entrenador que no tenía desde Unai Emery. Vuelve a contar con un técnico con experiencia en grandes equipos, muy exigente con los futbolistas y con un estilo de juego algo más conservador.
Desde que se marchó del Villarreal hace más de siete años, Marcelino ha entrenado a tres equipos. El primero fue el Valencia, al que logró clasificar para la Champions League dos temporadas seguidas y con el que levantó la Copa del Rey en 2019.
Tras su etapa en Valencia se mudó a Bilbao para dirigir al Athletic Club, con el que perdió dos finales de Copa del Rey y levantó la Supercopa de España en 2021 pero no pudo clasificarse para competiciones europeas. Después de un año y medio dirigiendo a los leones, se marchó voluntariamente y pasó un año sin entrenar.
El pasado mes de junio se le presentó la oportunidad de dirigir al Olympique de Marsella, pero la complicada situación extradeportiva que vive el club francés le obligó a prescindir de sus servicios después de sólo siete partidos en el banquillo.