ALICANTE. De la sorpresa a la indignación. Así ha evolucionado la opinión púbica desde que el domingo viera por televisión al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales besar a la internacional 'Jenni' Hermoso en el transcurso de la ceremonia de entrega de medallas a las campeonas del mundo.
Las dudas sobre si lo ocurrido era una muestra de amor aceptada en el marco de una relación de pareja cuya existencia no había trascendido tardaron muy poco en disiparse, al manifestar Hermoso en un vídeo en las redes sociales su disconformidad con lo ocurrido: "No me ha gustado", decía a sus seguidores. A continuación, Rubiales no solo desperdició la oportunidad de disculparse, es que salpicó su explicación de descalificaciones hacia los no pocos que ya le afeaban su conducta ("Idiotas hay en todas partes, no podemos hacer caso a las idioteces", manifestaba en los micrófonos de Radio Marca, por ejemplo) y aunque la RFEF (sirviéndose de la agencia Efe) trató de que las cosas volvieran a su cauce presentando lo sucedido como una espontánea muestra de cariño, para ese momento la ola de indignación era ya imparable, con múltiples exigencias de dimisión como espuma.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha considerado "absolutamente rechazable" el beso en la boca que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le dio a la jugadora Jennifer Hermoso en la celebración del título mundial.
La titular de Defensa se ha mostrado "plenamente solidaria con lo que diga" la jugadora sobre "cuál fue la situación" y "cómo se sintió".
Robles, que ha atendido a los periodistas a la conclusión de su visita a la base de la brigada Galicia VII en Vilaboa (Pontevedra), ha puesto en contexto el hecho y ha recordado que se produjo en un "momento de mucha euforia", si bien ha dejado claro que "objetivamente es un gesto absolutamente rechazable".
Las ministras en funciones de Igualdad y de Derechos Sociales y Agenda 2023, Irene Montero e Ione Belarra, se referían a lo ocurrido como violencia sexual. "No demos por hecho que dar un beso sin consentimiento es algo 'que pasa'. Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro. Solo sí es sí", manifestaba Montero sirviéndose de las redes sociales, la plataforma en la que Belarra escribía lo siguiente: "Lo que todas pensamos, si hacen eso con toda España mirando, qué no harán en privado. La violencia sexual contra las mujeres tiene que terminar", señalaba.
Fueron mensajes de los que se hizo eco, por ejemplo, la delegada contra la Violencia de género en funciones, Victoria Rosell, quien habló de "conducta delictiva si la afectada decidiera denunciar" y reclamó la dimisión de Rubiales o que sea cesado.
La portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, también criticó la actitud de Rubiales, pidiendo su dimisión. "Este tipo de comportamiento sexista hacia la jugadora española Jennifer Hermoso es intolerable. El señor Rubiales debería dimitir. Una vergüenza", escribió en redes sociales, un mensaje compartido a su vez por la secretaria general de la formación y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz.
Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte en funciones, Miquel Iceta, instaba a Rubiales a "dar explicaciones y pedir excusas": "Me parece inaceptable y ayer fue un acontecimiento deportivo, pero también vivimos un momento de igualdad, de derechos y de respeto hacia las mujeres. Hemos de ser especialmente cuidadosos en nuestras actitudes y nuestras acciones. Probablemente cuando él vea las imágenes se dará cuenta de algo que quizá en el momento no tuvo presente", ha concluido", decía Radio Nacional de España en unas declaraciones recogidas por Europa Press".