¿Qué hacemos con la Copa?

VALÈNCIA. Un equipo Bronco y Copero. Esa, quizás, es la mejor definición que se ha hecho del Va-lencia. La Copa del Rey es el torneo que más alegrías ha dado a la afición de Mestalla, a lo largo de su historia. Es una competición muy atractiva que nos ha dejado estampas inolvidables. El Valencia ha jugado 17 finales y ha levantado el trofeo en 8 ocasiones. De hecho, y debido a la crisis del Coronavirus, el Valencia todavía ostenta el título de campeón porque la final de la pasada edición aún no se ha disputado. En esa ocasión, el Valencia cayó en cuartos de final ante el Granada. Roberto Soldado consumó su ven-ganza con dos goles, uno de ellos de penalti en el tiempo añadido. De haber logrado eliminar al conjunto andaluz, una semifinal a doble partido ante el Athletic hubiera permi-tido al Valencia disfrutar de serias opciones para revalidar el título. 

Sin embargo, este año la Copa se me antoja diferente. El Valencia cuenta con una plan-tilla corta. Cogida con alfileres. El equipo ha perdido potencial con respecto a la pasada temporada y anda huérfano de calidad en posiciones clave. Por este motivo, y muy a mi pesar, no creo que el Valencia esté en condiciones de pelearla. Incluso considero que apostarlo todo al torneo del K.O. sería un error estratégico. Este año la Copa está para dar oportunidad a los jugadores que disfrutan de menos minutos o, incluso, como laboratorio de pruebas de un equipo demasiado tierno. Insisto, no veo al Valencia con una plantilla como para jugársela a dos competiciones. Es más, si nos acompaña la sonrisa, me incli-naría por intentar aspirar a los puestos que dan derecho a jugar en Europa la próxima temporada. Aunque eso también se antoja complicado. 

En esta atípica temporada del Coronavirus, además, la Copa se presentará mucho más complicada de lo habitual. Estoy convencido de que los dos “grandes”, Barça y Madrid, la van a disputar. Me explicaré. Creo que ninguno de los dos equipos está en condiciones de pelar por la Liga de Campeones. Por este motivo, el torneo copero se presenta como una magnífica oportunidad para salvar la temporada. Incluso en el torneo doméstico, creo que el Atlético es el gran favorito. El Sevilla, la Real y el Villarreal serán, sin duda, los animadores de la competición. Digo que veo al Atlético como favorito para ganar LaLiga porque a la larga será más regular que sus competidores. Simeone cuenta con una plan-tilla amplia y se ha reforzado muy bien. Pese a que la Champions es su gran cuenta pendiente tras dos finales perdidas, el Atlético no hará ascos a ganar LaLiga. 

Volviendo al Valencia, la Copa ha sido un torneo que ha dado muchas alegrías. Es cier-to. Pero también hemos asistido a grandes fiascos. En vísperas del partido ante el Terras-sa, un rival de la Tercera catalana, conviene no olvidarlos. Esos tragos amargos nos lle-van a recordar escenas tenebrosas como las sucedidas ante Osasuna, Guadix, Novelda, Alicante o Lleida, conjuntos inferiores que nos dejaron fuera a las primeras de cambio. Por no hablar de la temporada 96-97 y rememorar el esperpento ante Las Palmas que nos dejó aquella mítica frase de Jorge Valdano: “Fue una derrota útil”. Si removemos las pifias, podemos acordarnos de que en los años ochenta se caía en octavos de final de forma sistemática. Incluso el Valencia de Kempes fue eliminado por aquel Castilla que llegó a la final. Y así, un largo etcétera de películas de terror…. Bueno, a ver qué nos de-para la Copa. De momento, el Terrasa se une a la larga lista de rivales ilustres contra los que se ha enfrentado el Valencia a lo largo de su historia como la Unión Popular de Langreo, el Iberia de Zaragoza, el Racing de Madrid, el filial del Burgos, el Atlético Ceuta, Aragón, Arnedo, Llagostera, Naval o Corralejo. Nos vamos de Copas. Salud.