El Valencia vive el mismo problema que hace un año, sacar futbolistas que perciben salarios de equipo Champions pero que ofrecen rendimiento de media tabla. Desde luego, es una tarea difícil...
VALENCIA. El Valencia vive el mismo problema que hace un año, sacar futbolistas que perciben salarios de equipo Champions pero que ofrecen rendimiento de media tabla. Desde luego, es una tarea difícil. Los equipos potentes no van a querer invertir en jugadores que ofrecen un rendimiento tan pobre y los equipos de un perfil medio-bajo no se pueden permitir pagar lo que en su día invirtió el Valencia por ellos y mucho menos su elevado salario. Esto hace que el mercado de estos jugadores esté muy limitado a no ser que el Valencia asuma ya, que va a perder dinero en los traspasos.
La clásica medida de presión siempre ha sido apartar al futbolista o dejarle sin minutos en pretemporada. Sin embargo, esa vieja estratagema es inútil con los jugadores que tienen un coste para el club importante. El Madrid se puede permitir dejar a James sin jugar porque lo puede pagar. Sin embargo, un Valencia tan limitado económicamente no puede permitirse tener un gasto como el que supone Negredo o Abdennour sin competir. Los futbolistas lo saben y pueden apurar lo que haga falta hasta conseguir que el club acepte una oferta ínfima, o se vea obligado a darles la carta de libertad. En muchos casos, el jugador tiene la sartén por el mango.
Hay casos que son un auténtico drama como el de Enzo o el de Alves. Si no les llega una oferta que les interese y siguen en el club, hasta probablemente mantengan la titularidad y sigan siendo los pilares del equipo. Si el Valencia no consigue sacar a Enzo y no firma un medio centro de garantías, Enzo va a ser el mediocampista titular una campaña más. Esto ocurre porque si el Valencia no se refuerza, a día de hoy, la plantilla es tan limitada, que Enzo no tendría ningún tipo de oposición para ser de nuevo un jugador importante. A Alves lo iban a sacar el verano pasado, pero como al final no le encontraron acomodo en otro equipo, ya no solo se quedó, sino que se convirtió en el guardameta titular. Enzo y Alves no sienten ningún tipo de presión para buscar una salida.
Por último, está el caso del jugador que no tiene nivel para estar en el Valencia pero que no quiere moverse ni aunque le apunten con una pistola. Hubo un tiempo en el que había jugadores que al ver que tenían pocos minutos preferían perder dinero y firmar por un equipo de nivel inferior para poder jugar. Sin embargo, la sensación aquí es que han firmado el contrato de su vida y que no van a poder sacarlos ni con aguarrás. ¿A qué equipo pueden aspirar mejor que el Valencia? Ninguno.
Llegaron a precios desproporcionados, han rendido a un nivel mediocre, han perdido valor, pero eso sí, el sueldo nadie se lo toca, un sueldo que es prohibitivo para clubes del nivel que han ofrecido en el terreno de juego. En esta partida de ajedrez, lamentablemente, el jugador tiene en jaque al club.