VALÈNCIA. Justito en Bérgamo, cuna del Atalanta, donde los pueblos germánicos impusieron su ley. Dos Siglos dominaron Italia -excepto Sicilia- y se llamaban Lombardos y Lombardía, su gran conquista. Allí estalla un nuevo foco del virus que crea el pánico, del que todo el mundo habla, que hunde las bolsas y mercados, del que nada sabemos y tanto que nos preocupa.
Y de allí, el día 9 de marzo llegan más de 2.500 seguidores de un equipo modesto pero grande en competición que nos metió 4 goles como cuatro soles. La afición del Valencia CF clama venganza, el equipo también, lo conseguirán o no, pero la preocupación llega de la mano del bautizado "Coronavirus".
¿Se debe jugar en esa fecha el partido? La respuesta es fácil. Cuando hay miedo a lo desconocido, hay que abortar las posibilidades. Por lo tanto, el partido se debe aplazar. No hay tiempo para cuarentenas, ni para tomar las temperaturas, no sabemos realmente a que nos enfrentamos y ayer mismo, la Consellería de Sanidad dio instrucciones a 2.500 aficionados que fueron a Milan sobre que deben hacer si se encuentran mal en los próximos días.
Mi madre me decía: quien evita la tentación evita el peligro. Sabio refrán. Lo primero es la salud y yo me fío más del genio universal Pedro Cavadas cuando dice que no sabemos a que nos enfrentamos, que del político de turno que siempre argumenta que no hay que ser alarmistas. Alarmistas no. Precavidos. Bajo mi punto de vista y hasta que no haya más tranquilidad no se puede permitir la entrada sin revisión a nadie que proceda de las zonas infectadas, más vale prevenir que curar. Y cuando hay en el pueblo una inquietud creciente, es mejor tomar las medidas pertinentes a no contribuir a extender lo que podría ser una pandemia. Por eso, el Valencia CF y los que nos dirigen deben meditar y mucho sobre lo que nos podría venir. Más vale pedirle a la UEFA el aplazamiento del partido. Ganaríamos en seguridad, tranquilidad y si ya me pongo muy “CHE” diría que recuperaríamos lesionados. Este partido es un problema que deben resolver cuanto antes .
Celades lleva una empanada mental. Sin defensa en el centro, una medular que no llega arriba ni abajo y unos puntas que fallan lo impensable como gafados por el enemigo. ¿Cómo quiere jugar la pelota desde atrás cuando no saben?. Muy mal míster. Lo bueno en Anoeta era patada adelante y a correr. A mejorar. Pero mi sobresalto viene por el asunto de las lesiones. ¿Qué esta pasando realmente?. Los partes médicos parecen de chiste. Los jugadores no recuperan y se vuelven a lesionar y se habla de infiltraciones para jugar. Lo que está previsto para dos semanas, son cuatro o cinco y hay malestar en la plantilla, que pierde la confianza. Tema a tratar urgente.
Al margen de lo físico, tener lesionados a Garay, Paulista, Rodrigo, Gayà, Guedes Coquelin; y antes a Soler, Cheryshev, Piccini y Cillessen es un lujo que no nos podemos permitir. Dicho esto: El fichaje del defensa ¿“PA CUANDO”?. Por otro lado, decir que estoy muy contento con Hugo Guillamón. Estar estaba, jugar jugaba, ahora hablan del jugador los nuevos filósofos, esos que de fútbol saben poco, pero sí de oportunismo.