VALÈNCIA. Cuando la ‘vieja Europa’ vivió sus días más amargos. Cuando Alemania quedó herida de muerte tras un tratado que resolvía la Gran Guerra y el populismo más furibundo alumbró el mayor monstruo que ha conocido la historia... las grandes potencias fueron capaces de aparcar todo tipo de diferencias -incluidas las de tipo ideológico- para hacer frente a la amenaza del nazismo empeñado en someter al continente bajo el terrorífico peso de su bota. Winston Churchill, que repudiaba profundamente el comunismo de la Unión Soviética, no titubeó a la hora de pactar con Stalin un frente común al que - no sin denodados esfuerzos- acabaría sumando a los Estados Unidos.
El emblemático estadista británico resolvió cualquier duda ante su determinación de pararle los pies a Adolf Hitler -no compartida por muchos de los miembros del parlamento que recomendaban un pacto con Alemania- con una de muchas frases que ,tras salir de su boca, acabarían formando parte de la historia contemporánea de Europa y del Mundo: “Si Hitler invadiera el infierno me gustaría hacer al menos una referencia positiva al diablo en la Cámara de los Comunes”. Una vez terminada la guerra y eliminada la amenaza, cada jugador volvería a la casilla de salida y aflorarían las enormes diferencias que les separaban abriendo la puerta a la Guerra Fría pero... el monstruo ya yacía inerte bajo los escombros de Berlín.
Como, muy posiblemente, este preludio servirá para que los cuatro ‘palmeros’ que le quedan a Meriton corran despavoridos a las redes sociales para salir al amparo de su amado líder, conste en acta que ni es mi intención comparar a nadie del Valencia CF con el dictador austríaco de infausto recuerdo, ni en el entorno valencianista existe -lamentablemente- un Winston Churchill que ponga su capacidad de liderazgo al servicio de la causa que debería unirnos. Pero, por mucho que pueda molestar a los ‘ofendiditos’, sí es cierto que Meriton constituye en la actualidad una enorme amenaza para el Valencia CF y no parece que, de verdad, se esté levantando un frente común para tratar de empujarlos hacia la puerta de salida.
Creo que las diferentes plataformas que trufan el frente anti Meriton, con independencia de sus intenciones futuras, deberían huir de la trampa de quienes ganan alentando su enfrentamiento, deberían aparcar diferencias y afanes de protagonismo, y deberían aunar fuerzas para hacer lo más incómoda que sea posible la subsistencia del régimen de Meriton que aplasta con su bota al valencianismo. No creo que su trabajo acabe siendo la solución final pero sí que es imprescindible para que Lim acabe dando el paso definitivo y acabe tomando la decisión de vender.
Luego tendrán que llegar otro tipo de soluciones de índole económico que terminen poniéndole el cascabel al gato y será el momento de volver a la casilla de salida para que, cada uno, se posicione de cara al futuro. Pero a día de hoy es absolutamente imprescindible que todos empujen en el mismo sentido para poner fin a esta pesadilla. Una vez termine habrá que ver si hay oportunidad de un Nuremberg o no, pero no creo que eso sea lo más importante. Lo verdaderamente importante es poder vislumbrar un futuro que hoy, con Meriton al mando, no existe.