Para el domingo tengo la misma sensación que hace tres meses durante los días previos al 1-1 sobre la bocina de Melero de penalti tras la cruzada de cables de Diakhaby. Del 13 de junio al partidazo del 13 de septiembre poco habrá cambiado: el mismo escenario, todavía sin público y creyendo que ha llegado por fin el momento de celebrar la primera victoria granota en la máxima categoría en Mestalla. Sin duda que sería el mejor regalo para celebrar el 111 aniversario que se cumplió el miércoles. Habrá ausencias sonadas en el Levante por lesión, mientras que las del Valencia también lo son, pero por una historia diferente. Será el tercer derbi (dos oficiales y el de pretemporada reciente en Pinatar) en esta nueva realidad que desafortunadamente se ha convertido en cotidiana. Como el primero supondrá una reanudación de la competición. Ahora coincide con el arranque de una temporada 2020/21 que debería ser la del estirón, la de ambicionar porque hay motivos de sobra para enterrar el mínimo exigible y dar un paso al frente.
Sin duda, el mejor fichaje es la continuidad de la estructura. Que Aitor Fernández, Campaña y Bardhi permanezcan es una bendición. Es clave que cuadre el Fair Play Financiero con ellos entre los 25 o si al final son algunos menos que no lo creo. Aunque lo más sensato es no lanzar de momento demasiadas campanas al vuelo hasta el 5 de octubre que se echa el cierre al mercado de operaciones. Ni han llegado ofertas ni se contempla vender a la baja a ninguno de los tres mosqueteros.
La pretemporada ha dejado brotes verdes. Un ADN reconocible en los cinco amistosos con futbolistas que han ganado puntos en la escala de valores del míster de Silla. De Frutos, uno de los nuevos de la clase, se ha desmelenado. Extremo por naturaleza (y por la derecha), Paco le ha insistido en que aporte aún más en ataque desde dentro y sea intenso y comprometido en fase defensiva. Más recursos para una medular plagada de variantes, aunque alrededor de Campaña orbita el sentido del centro de mando granota. Hay tantos que pueden partir con la etiqueta de titulares que la ilusión se dispara. Bendito marrón para el cuerpo técnico.
De Frutos me parece un jugadorazo, pero en Mestalla apostaría por la continuidad y mis cuatro de la segunda línea del 4-4-2 (o 4-3-3 en algunas fases) serían Vukcevic (ahí tengo la duda con Radoja), Melero (multifuncional y uno de los mejores de la pretemporada), Campaña y Bardhi, otro que como el montenegrino ha estado con su selección en esta recta final de la puesta a punto de Liga. Delante veo aún verde a Dani Gómez, pero en cinco amistosos y en escenarios más reducidos y sin tanta exigencia no se pueden extraer conclusiones y aún menos poner cruces. Tiene hambre. Paco ha pedido mordiente a sus delanteros. La apuesta en ataque para el derbi es clara porque además no hay más opciones: los goleadores en el mejor partido de pretemporada en la Ciudad Deportiva del Villarreal. Sergio León ha aprovechado la lesión de Roger, que acelera para volver cuanto antes, y acompañará a Morales. El capitán será granota de por vida, sin fecha de caducidad y su rendimiento marcará la pauta. Unido aún hasta 2021, su renovación llevaba apalabrada mucho tiempo, pero en el camino han surgido factores que la están frenando. Por una cosa u otra no llega el momento de la fumata blanca. Hay acuerdo y hasta que el depósito del Comandante aguante. Falta la firma, rubricar su continuidad en negro sobre blanco, pero antes hay otros asuntos más prioritarios que sí mantienen en vilo a la cúpula granota.
Atrás es incuestionable que Miramón y Clerc son los laterales titulares. En la posición de ‘2’, la competencia es atroz. Son parece que nunca se hubiera ido (estuvo en el filial y quiere quitarse pronto la espinita de debutar con el primer equipo) y Coke ha reseteado y es uno de los más enchufados. Consciente de su rol de partida, tiene las pilas cargadas a tope y junto a su ‘hábitat natural’ se ha mostrado como una opción válida para el centro de la defensa. Ese reciclaje y las reivindicaciones de Róber Pier y Duarte han enterrado la opción de firmar un central más. Con Vezo lesionado y que Postigo también ha estado entre algodones, pero ya está a disposición del entrenador, el gallego y el costarricense parten con la ‘pole’ para ser la pareja elegida el domingo. Ambos descansaron en el último ensayo contra el Castellón. Ambos se han ganado sentirse importantes. Ojalá apenas haya que recuperar la cantinela del central de jerarquía. Me alegro mucho que Róber haya encontrado el premio a esos 413 días en la sombra, luchando por volver a sonreír tras la grave lesión que sufrió en el partido de la permanencia de la temporada 2018/19. Una lección de resistencia que arrancó 12 de mayo de 2019 en el 1-2 en Girona hasta su reaparición el 28 de junio de 2020 en el 4-2 al Betis en el destierro de La Nucía.
Paco López se convertirá en el inminente estreno de LaLiga en el primer entrenador en la historia del Levante que empieza tres temporadas en la máxima categoría. Y es el que más partidos acumula con 87, repartidos en 33 triunfos, 19 empates y 35 derrotas, y con un mejor porcentaje de victorias (37,93%). Pocos registros le faltan al frente del Levante y uno de ellos es derrotar al Valencia, ya que no lo ha conseguido ni en Mestalla ni en el Ciutat. Claro que se le puede reclamar al equipo que se deje el alma para conquistar territorio comanche. Pero tanto en esta primera jornada como en las otras 37. La exigencia no es una temeridad, es sinónimo de crecimiento. El Levante ha ilusionado en pretemporada y ahora toca refrendarlo desde el domingo ante los blanquinegros. Sería un pelotazo empezar la decimoquinta temporada en Primera División dando el golpe en casa del vecino. La inyección de confianza no tendría precio.
Rodará el balón en Mestalla, aún habrá que desbloquear la operación salida y además faltaría un delantero. Ojalá fuese Stuani o se obrara el milagro de Borja Mayoral, pero económicamente son dos operaciones inviables. Habría que hacer ingeniería de números y sería contraproducente meterse en un jardín con este escenario global del que ni un equipo sale indemne. Que el tiempo pase corre a favor de la continuidad del ariete de Parla, pero no a cualquier precio. El Real Madrid quiere pasta por su traspaso. Cualquier conjetura de llegadas pasa por cerrar esas salidas que están siendo un verdadero dolor de cabeza. Estaba claro que los cedidos no iban a tener hueco en el Levante. Solamente Pepelu, Moses Simon y Sadiku habían sido piezas básicas en sus destinos e igualmente tampoco han superado el casting. Quedan marrones pendientes para cuadrar definitivamente una plantilla que invita a creer en cotas mayores a la salvación.