Al fútbol parece que le ha llegado la hora de apretarse el cinturón. La crisis del Coronavirus se está llevando todo el deporte por delante. El peligro de desplome de la industria del balón es una seria amenaza. Los economistas más prestigiosos consideran que, si el parón de las competiciones continúa, los futbolistas tendrán que sacrificar parte de sus fichas para hacer viable la continuidad de los clubes. La falta de ingresos por derechos de televisión, mercadotecnia o taquillas, obliga a un replanteamiento general sobre el futuro del fútbol. El grifo se ha secado. Pero el gasto más importante de los clubes, las fichas de sus futbolistas, no se ha detenido.
El primero de los clubes en darse de bruces con este nuevo escenario ha sido el histórico Borussia Mönchengladbach, cuyos jugadores están dispuestos a un recorte voluntario de su salario. Con esta medida, la entidad se asegurará el pago de las nóminas de sus trabajadores debido a las perdidas por la suspensión de la Liga alemana. En esta misma línea, también se han escuchado las primeras voces en el FC Barcelona. La Vanguardia desvelaba que la directiva del Barça podría instar a sus jugadores a bajarse el sueldo, debido a la imposibilidad de alcanzar su presupuesto. El club ya prevé que las perdidas por el COVID 19 serán irrecuperables y que será necesaria una corrección de las cuentas.
El Valencia, de momento, guarda silencio sobre el nuevo escenario al que parece abocado el fútbol español. En las próximas semanas se espera saber cuándo se podrá reanudar la competición debido a la incidencia del Coronavirus. En Singapur se está a la espera de saber por dónde sale el sol para tomar decisiones de calado. Saber qué competiciones disputará el equipo la próxima temporada, marcará de forma decisiva la planificación deportiva de la entidad. Y no se descarta la idea de una rebaja global. Sin embargo, en este periodo de impasse, todavía hay dos asuntos sin resolver encima de la mesa: las renovaciones de Garay y Ferran Torres.
En el caso de Garay, el Valencia tiene la obligación moral de ofrecerle la renovación. Porque el futbolista se lesionó en acto de servicio. De hecho, el club ya le ha presentado una propuesta. Pero lo ha hecho muy a la baja. No porque sea necesario apretarse el cinturón en un momento de crisis, sino porque me da la impresión de que Meriton no quiere que el futbolista continue. Sus críticas hacia la propiedad tras el despido de Marcelino le hicieron un flaco favor. Y ya se sabe que Singapur “no paga traidores”. Tampoco Garay tiene ahora la red salvadora del que fuera su representante, Jorge Mendes. Sin el apoyo del súperagente, el futbolista se encuentra solo ante el peligro en esta cruzada. De momento, Garay ha respondido con una negativa.
Si yo fuera el Valencia haría todo lo posible por llegar a un acuerdo con Garay. Pero tampoco a cualquier precio. Es un futbolista de jerarquía, con experiencia, que podría cumplir con garantías las veces de cuarto central. Ese puesto cuya ausencia tanto nos ha penalizado en las últimas jornadas de Liga y en la eliminatoria de Champions. Puedo llegar a entender las dudas del club sobre el futuro de un futbolista de 33 años con una lesión de gravedad como la suya. Pero para eso hay fórmulas contractuales como los bonnus por partidos jugados, titularidades, títulos y demás variables. Tal y como están las cosas, va a ser muy complicado que haya fumata blanca.
El caso de Ferran Torres es distinto al de Garay. Aquí, es el futbolista el que tiene la sartén por el mango. Ferran está tranquilo porque tiene todas las cartas ganadoras. Hasta el punto de que no ha respondido a la última oferta de renovación que le ha ofrecido el Valencia. El futbolista lo tiene muy claro. No tiene prisa. Guarda silencio. Sus agentes son los que marcan los tiempos. Porque ofertas, no le faltan. Para seguir en Mestalla, Ferran quiere que el club reconozca su rendimiento y que haya conciencia de su valor real de mercado. Es decir, tope salarial. Y no me extrañaría que también quisiera una renovación de solo dos años con la consiguiente rebaja de su cláusula de rescisión. Porque me da la impresión de que Ferran renovará, pero que su futuro está lejos del Valencia. Su club de toda la vida…