Por los pelos

VALÈNCIA. El arranque de partido no gustó a Vukcevic: un correcalles en que el balón pasaba por la medular sin control, con muchas llegadas a las áreas y sufrimientos defensivos, aunque sin excesivas ocasiones claras. La Real Sociedad recordó al Betis, al mantener la posesión hasta el tedio, pero con algo más de profundidad, y en la fragilidad defensiva de un once volcado arriba. Es el modelo Guardiola sin filtros, que le ha salido bien a Alguacil de momento. Paco López, pese a su habitual vocación ofensiva y su encendida defensa del buen trato del balón, fue más sensato. Lo está siendo en general, vaya. Su apuesta se consolidó a medida que avanzaba el partido y el Llevant, muy superior en la segunda mitad, acabó mereciendo la victoria a los puntos. La superioridad la construyeron Vukcevic y Radoja, en una batalla metro a metro. El serbio creció con el paso de los minutos y estuvo muy cerca de su mejor versión; un todoterreno incansable que hace coberturas, se echa el equipo a la espalda y domina con criterio y desparpajo la salida del balón. El doble pivote con el que los granota se impusieron ayer, pese al empate, a un equipo tan elogiable como la Reala puede dar grandes alegrías en el futuro.

A estas horas ya todos saben que el gol de Isak vino precedido de falta a Vezo, ante las narices de Pizarro Gómez, que no quiso ni oir hablar del VAR, y que le pitó a Melero unas manos dentro del área blanquiazul que cometió Isak, entre otras lindezas. También es de público dominio que el empate de Morales fue un escándalo de Rochina en la asistencia, de primeras y sin mirar. La genialidad dejó al Comandante ante Moyà; supo aguantar que Elustondo le encimara y la cruzó con inteligencia. Que el capitán marque siempre es una buena noticia. Ayer además del gol, estuvo más entonado.

Es cierto también que por momentos el centro de la zaga levantina fue demasiado permeable y que Portu se plantó sólo ante Aitor en el 21' y lanzó un pepino a las nubes. Durante esos minutos la infantería se centró en Odegaard y Oiarzabal cuando los más listos de la clase eran Isak y Portu. Eso duró media hora de puro espectáculo para el aficionado neutral, con constantes alternativas y un ritmo frenético.

Tras la pausa de hidratamiento en el 30' y hasta el 95' el partido fue blaugrana. Poco a poco se controlaron los desajustes hasta anular la creación donostiarra y la generación de ocasiones y peligro. Se pausó el partido y se decantó poco a poco, buscando el gol del triunfo que no llegó pese a méritos y opciones, sobre todo tras la salida de Melero y Roger, que le ofrecieron otro empuje al equipo.

No llegó el gol, pero se vió un Llevant encomiable: superior y ambicioso. La victoria era de seis puntos y la plaza europea hubiese quedado a cinco, con la Real ante un calendario terrible por delante. No pudo ser y la cosa ahora se ha puesto muy complicada. Un bello objetivo para seguir sumando sería quedar por delante del Valencia CF, por primera vez en la historia, algo que celebrarían con entusiasmo las huestes blaugrana. No será fácil ni mucho menos.

La gran noticia es que el Llevant murió en cada balón, hasta el 95', por meterse en la pomada europea. López ha conseguido una gran tensión competitiva, pese a los rigores de la competición, de la canícula estival y de tener cumplido el objetivo principal. Ahora quedan cuatro partidos (Mallorca, Athletic, Celta, Getafe) para confirmar esa dinámica, sumar sendas victorias y alcanzar los 52 puntos, a un paso de la mejor clasificación de la historia levantina.

Llevant UD 1-1 Real Sociedad

UNO A UNO: Aitor (5); Miramón (6), Postigo (5) (Pier (sc) 82'), Vezo (6), Clerc (7); Campaña (6), Radoja (8), Vukcevic (7) (Melero (7) 71'), Rochina (7) (Hernani (sc) 82'); Mayoral (6) (León (sc) 87'), Morales (7) (Roger (6) 71')

—Paco López (7)

GOLES: 0-1 Isak 11'; 1-1 Morales 15'.