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VALÈNCIA. Es curioso. Estamos todos hasta la boina de Peter Lim, pero resulta que ese todo vuelve por sus fueros y antes de que Peter Lim se pire y anuncie su marcha -cosa que no ha hecho- ya estamos todos a golpes demostrando la razón que acabó trayendo a Peter Lim aquí. No es serio que entre todos los que no quieren al magnate de Singapur se desate una guerra absoluta en lugar de fomentar una unión y una oposición seria y responsable al hombre que compró el club y del que estamos todos hasta las narices
Ahora va y resulta que mientras el club de Lim prepara esa Junta General por la que se va a pasear tranquilamente, aquí el resto de los mortales la han emprendido a golpes unos contra otros, y otros contra miles de unos, y lo que debería ser una oposición seria y responsable se ha convertido en una jaula de grillos que invita a pensar que a estas alturas seguimos sin aprender nada de nada.
Lo que tengo más que claro es que si yo fuera Peter Lim -al margen de lo que de verdad el de Singapur pretenda hacer, que eso no lo sabemos nadie por cierta certeza- lo que queda claro es que Peter Lim tiene una oposición que empieza a demostrar todas sus carencias para tomar el poder y a la vez empuja a pensar donde reside la culpa de que Lim esté aquí.
Parece que se ha puesto de moda, así de repente y sin venir a cuento, los rajes de todos contra todos en lugar de procurar crear una oposición seria y organizada que le pueda dar algo de miedo a Peter Lim seguir por esta tierra que no visita nunca. Ahora el juego consiste en atacar a tu vecino a lo bestia en lugar de pensar la razón por la que este individuo de Singapur está hoy entre nosotros conduciendo -por decir algo- los destinos de nuestro querido Valencia y haciendo lo que le da la real gana.
Aquí raja todo el mundo contra todo el mundo y así es imposible ganar cualquier guerra y ni siquiera es recomendable acudir a ninguna guerra con el ejército que tenemos. Si empezamos todos a tirarnos guantazos antes de intentar expulsar de aquí al genio -por decir algo- de Singapur, nos estamos equivocando a lo bestia. Aquí no se trata de decir si este es malo y el otro peor. Se trataría, y esto lo digo con el corazón disminuido por los últimos rajes de los llamados valencianistas de Valencia, de ir todos juntos a una para intentar demostrar que el Valencia Club de Fútbol es nuestro, de ustedes y mío también, y que aquí no pinta nada el hombre que lo compró y que carece del más mínimo sentido de la responsabilidad y seriedad.
Dejemos de demostrar que los valencianos siempre vamos a golpe y aunque sea por una única vez en la vida unámonos en serio y de verdad y dejemos de lado los rajes de este contra aquel y pensemos que lo realmente importante es organizarse de verdad y poner en aprietos a un Lim, que de momento se descojona de la oposición que parece surtir en Valencia y que ya ha provocado las primeras guerras entre sus primeros espadas.
Como despedida lo voy a decir muy claro. Lo primero de todo consiste en unirse para formar una oposición seria que le haga algo de año al hombre que cumple a la perfección con Bankia y al que se la trae al fresco lo que aquí sucede. Sin unión tendremos Lim para rato u otra especie de Lim que compre este club al que tanto queremos. Sin unión no hay fuerza. Y hoy en día estamos viendo que esas guerras entre hermanos están floreciendo y precisamente fueron esas guerras las que provocaron que Peter Lim haya venido hasta aquí. O espabilamos o nosotros mismos seremos los responsables de tanto desaguisado.