Valencia CF y Celta negociaron durante dos semanas el acuerdo. En junio el conjunto gallego pidió 14 millones y luego 12. En enero, tras discutir con Berizzo, el jugador se devaluó hasta los 3 millones que les costará a los de Mestalla si consiguen amarrar la permanencia
VALENCIA. El chileno Fabián Orellana será jugador del Valencia CF hasta junio de 2019 si el conjunto de Mestalla consigue la permanencia en primera división en las jornadas que restan de temporada. Ese fue el acuerdo que alcanzaron Celta y Valencia CF el pasado 31 de enero por la mañana. Orellana llegó al club blanquinegro cedido con una opción de compra, por unos tres millones euros, que se convertirá en obligación de compra si los valencianistas son equipo de primera el próximo curso.
El chileno se enfrentó al técnico argentino del Celta, Berizzo, y este le exigió a la directiva viguesa que sacaran al futbolista del equipo antes de que finalizara el mercado de enero. Así fue. El Celta colocó inmediatamente al jugador en el mercado y el Valencia CF se interesó por el jugador al entender que era una gran oportunidad de mercado. Orellana había sido objeto de deseo del club valencianista el pasado verano y el Celta entonces pidió primero 14 millones por el jugador y posteriormente rebajó las exigencias hasta los 12 millones, según pudo confirmar este periódico con fuentes de máxima solvencia.
En enero, desde que Berizzo lo apartó y apareció el interés valencianista la operación estaba destinada a concretarse porque el jugador se negó a escuchar otras ofertas y se centró en fichar por el Valencia CF. Las negociaciones se alargaron durante dos semanas porque el Valencia CF rebajó al máximo las peticiones gallegas y terminó acordando un precio muy inferior a lo que le pidieron en verano por el mismo futbolista.
Orellana llegó a Valencia el martes 31 de enero y debutó con su nueva camiseta el siguiente sábado, 5 de febrero ante el Eibar, jugando la segunda parte de un encuentro de infausto recuero para el valencianismo. El pasado sábado en Sevilla, disputó su primer partido como titular y lo hizo rindiendo a un buen nivel jugando como mediapunta. Su físico le dio para aguantar 64 minutos porque llevaba casi un mes sin competir de inicio.
El futbolista, a sus 31 años recién cumplidos, está convencido de que seguirá en Mestalla los dos próximos cursos, ya que da por hecha la salvación del equipo, y por eso cuando firmó por el Valencia CF escribió una carta de despedida de los aficionados del Celta de Vigo. Le costó llegar pero ahora mismo ya es un jugador básico para Voro por su calidad. Si el equipo valencianista cumple con lo lógico el chileno jugará en Mestalla dos años más.
· Carta despedida Orellana del Celta: