La llegada del interior procedente de Sevilla refuerza la pintura del club taronja y es cupo, un hecho que cubre las espaldas en caso de hacerse la salida de Guillem Vives
VALENCIA. La llegada de Pierre Oriola confirma el nuevo escenario en el que se mueve el mercado de Valencia Basket. La más que posible salida de Guillem Vives al Barcelona, que todavía anda pendiente de concretarse, ha obligado al club taronja a mover el mercado más de lo que en un principio podría esperarse.
La vacante en el puesto de cupo era una de las mayores urgencias para la entidad valenciana, algo que ya ha subsanado. Con Oriola, Mulero ha hecho un doble movimiento, de cara a reforzar el juego interior, que sigue esperando la llegada de un pívot que ocupe el vacío que deja Justin Hamilton, y también cumpliendo el mínimo de jugadores nacionales en el equipo.
Pierre Oriola, de 23 años y de 2,06 metros de altura, es un ala-pívot que también puede ejercer de cinco. El catalán se caracteriza por ser un jugador de lucha, que aportará intensidad a la pintura de Valencia Basket, además de ser un interior con buena mano para el lanzamiento de dos. En su última temporada ACB logró unos promedios de 8.5 puntos y 3.5 rebotes en 19 minutos por partido, un indicador para mostrar que optimiza su presencia en la cancha.
Con su llegada, acompañará a Luke Sikma, Will Thomas y Bojan Dubljevic en el juego interior de Valencia Basket, algo que quedará cerrado con la llegada de un cinco de altura y que complica mucho la continuidad de John Shurna. Quien sí podría renovar es Romain Sato. El alero rechazó la oferta del SLUC Nancy, y según avanza Encestando y corroboran desde Francia, ambas partes estarían muy interesadas en la renovación.
En caso de avanzar la continuidad el centroafricano, Valencia Basket tan solo tendría dos urgencias más: la cinco, ya comentada, y el solventar la papeleta de Vives. De todos modos, el trabajo en las oficinas de La Fonteta continuará, con el fin de completar una plantilla de garantías para las tres competiciones.