VALÈNCIA. Pronto sabremos si las palabras de Kiat Lim responden a una verdadera intención de cambio de rumbo por parte de la propiedad del Valencia o si, por el contrario, la exposición pública de motivos que realizó el hereu es otro de los fuegos fatuos a los que Meriton Holdings nos tiene acostumbrados. Explicaba Lim Junior que entre las intenciones de su padre existe un ferviente deseo de que el equipo regrese a Europa cuanto antes y que se va a trabajar duro desde ya para lograr ese objetivo. Pues bien, como decía antes, en breve sabremos si esta vez la cosa va en serio o si una vez más nos la vuelven a colar. Y creo que será lo segundo. Porque Singapur nos ha engañado de forma sistemática durante ocho años.
Digo que muy pronto confirmaremos si las palabras de Kiat Lim están cargadas de certeza porque el mercado de fichajes está a la vuelta de la esquina. Y si el València quiere reverdecer viejos laureles no hay otra manera de lograrlo que reforzando la plantilla. A día de hoy, Gattuso tiene lo que tiene. Mucho esfuerzo y sacrificio hay en el vestuario gracias al buen hacer del italiano. Pero calidad, la justa. A nadie se le escapa que el entrenador necesita refuerzos para compensar un grupo que cojea en varias posiciones, además de para mejorar el nivel competitivo del colectivo. Si de verdad se quiere regresar a Europa y la prioridad del máximo accionista es futbolística, están obligados a fichar jugadores de empaque antes de treinta días.
Sin embargo mucho me temo que, pese a las palabras del nieto del pescador, los hechos van a ir por otro lado. Y que no va a haber ningún tipo de inversión en fichajes de relumbrón por parte del magnate singapurés. Lim ya cerró el grifo hace tiempo y no tiene ninguna intención de volver a abrirlo. Es más, estoy seguro de que el Valencia va a seguir apretándose el cinturón y que se continuará reduciendo el coste de plantilla para acabar adecuándola a los ingresos. O lo que es lo mismo, que de plan deportivo nada de nada. El único plan de Lim con la entidad es económico. Como si el Valencia no fuera un club de fútbol sino un banco.
A mí me da que, pese a la visita de Kiat Lim, su padre ya ha dado el pistoletazo de salida para iniciar un relajado proceso de venta. Vamos, que Lim ya ha dado su famoso OK para comenzar lo que será una futura transacción mercantil. Porque al millonario, ese que llegó a Mestalla en loor de multitudes, el Valencia ya no le hace tanta gracia. Yo creo que estamos asistiendo al principio del fin de Lim. Pero que todavía nos queda un tiempito por delante. Los que el propietario tarde en sanearlo, sin prisas, para que dentro de dos o tres años el club no pierda dinero y sea un producto mínimamente atractivo para un futuro comprador. De confirmarse mis sospechas, solo espero que no venga un nuevo propietario que haga bueno al anterior…