VALÈNCIA. (EFE / Viruca Atanes).- Pablo Herrera (Castellón, 1982), que junto al gaditano Adrián Gavira, busca su quinta participación en unos Juegos Olímpicos, confesó a Efe que no acudir a Tokio 2020 "es algo impensable".
Herrera participa estos días en la Copa CEV de vóley playa que se disputa en el madrileño Parque Puerta de Hierro, que da acceso al preolímpico de La Haya (23-26 junio) y donde habrá una plaza para los Juegos.
"No ir Tokio, con los puntos que tenemos (ocupan el vigesimoprimer puesto del ránking) y todo lo que hemos peleado en este ciclo olímpico, es impensable. Estoy convencido que vamos a estar y esperemos que se hagan", declaró.
El último contratiempo de esta pareja, que logró la novena plaza en Londres 2012 y en Río 2016, ha sido la lesión de Gavira que le impidió estar en el torneo madrileño.
"No sabemos el alcance de su lesión porque empezó ayer a notar molestias. El lunes lo valorarán aquí en Madrid y veremos. Tenemos dos torneos muy importantes dentro de dos semanas (Sochi y Ostrava) que son los últimos que puntúan para los Juegos. Ha notado algo en el abdominal y no sabemos si es una distensión u otra cosa. Dependiendo de lo que sea así será la recuperación", señaló.
"Este año -prosiguió- está siendo un poco duro porque Adri empezó con una lesión de varios meses en 2020, prácticamente sin hacer nada, con entrenamientos con factores para la rodilla y eso le condicionó mucho el arranque de la pretemporada en Tenerife. Y, cuando ya veíamos que la máquina se estaba engrasando y nos estábamos acoplando muy bien, en el torneo de Doha que conseguimos un noveno puesto, cogió el covid allí y tuvo que estar unas semanas parado y después arrancar de nuevo. Eso es lo que nos está faltando, poder encadenar torneos seguidos para seguir engrasando la maquina", se lamentó.
Herrera reconoció que la pandemia de coronavirus también les ha afectado mucho. "Sí, nos ha perjudicado en el sentido de que tenemos un año más. Yo tengo 38 y él 33 y, a estas edades, tener un parón tan largo, sin tener mucha actividad nos cuesta mucho arrancar. Pero es lo que hay. Tenemos que aceptarlo, trabajar al máximo en estos tres meses que quedan para llegar a nuestro nivel de competición", comentó.
En cuanto a los puntos que les faltan en el ránking mundial para asegurar el pasaporte olímpico reconoció que están "bastante tranquilos". "Solo esperamos que los que están detrás de nosotros no puntúen. Pero más que mirar hacia atrás tenemos que mirarnos a nosotros mismos e intentar coger el ritmo de competición ya que ahora mismo estamos muy lejos y hay que intentar conseguirlo lo antes posible".
Tras 17 años en la elite mundial y con la medalla de plat de Atens 2004 junto a Javier Bosma, Herrera opinó que el vóley playa ha cambiado mucho desde entonces.
"Sobre todo por la envergadura de los equipos. Ahora viene gente muy grande. Yo antes con 1,93 era un bloqueador y seguimos intimidado, pero aquí, por ejemplo, tenemos a los alemanes con bloqueadores que miden 2,15 y eso condiciona mucho. Y sobre todo ha cambiado el tema del juego, que es mucho mas rápido, mas dinámico y hay acciones que antes no se veían".
Sobre las condiciones del torneo tokiota, Herrera desveló que hace "menos de tres semanas" hablaron con Alejandro Blanco, presidente del COE. "Comentó que en este mes de mayo se nos iba a vacunar pero que todavía no se sabía qué tipo de vacuna", dijo.
Y si de algo todavía se resiste a hablar es sobre una posible retirada. "Todo el mundo me lo pregunta pero ahora mismo Adri y yo estamos bien, llevamos muchos años juntos y hay mucha química dentro. Ahora mismo no lo pienso aunque la verdad es que tengo dos peques, de 2 y 5 años, y mi mujer se está comiendo todo el marrón por la pandemia y me ayuda. Por eso intentaré aguantar todo lo que pueda".