VALÈNCIA.
Empatar, en principio, contra un equipo contra el Madrid sabe a victoria. Pero es verdad que después de ver la segunda parte y de tener el 4-2 en una ocasión tan clara, lógicamente te vas con el sabor amargo. Igualmente teníamos delante a uno de los mejores del campeonato, así que el empate tiene mérito por la calidad que tienen. Hemos acabado padeciendo con uno menos, además.
Es una jugada a corregir. No nos puede pasar porque antes de que se sacara el córner a favor habíamos dejado tres jugadores en vigilancia. A mí que me cuenten esa jugada, no habrá sido por no prevenir. Nos han ganado la espalda. Evidentemente tenemos muchas cosas que corregir, pero nos quedamos también con muchas cosas buenas.
Todos los jugadores en la zona de la medular son capaces de adaptarse. En función de cómo vemos al equipo, hacemos cambios. En el segundo tiempo hemos vuelto a incluir a Campaña por el medio, también en función del estado físico.
Llevamos dos partidos de Liga y creo que el equipo ha estado bien. Hoy hemos cometido errores, pero subsanables. El 2-2 me ha dolido especialmente porque es una jugada que se debe cerrar. Y el equipo ha mejorado en eso respecto a temporadas anteriores. Pero también tengo en cuenta al rival. Siempre hablo de mejora de nuestro nivel defensivo, pero sí, hay cosas a mejorar.
La gente juega un papel fundamental y eso nos lo tenemos que creer todos. Cuando el Ciutat aprieta no tiene nada que envidiar a otros campos. Tiene que haber comunión con la gente.
Hay veces en las que al equipo le cuesta. En el descanso hemos hablado que estos partidos, pese a la difucultad, se pueden remontar. Corrigiendo dos cosas y saliendo con el mismo atrevimiento. Convencidos de que se le podía dar la vuelta porque ya lo hemos hecho contra el Madrid en otras temporadas.
Él sabe perfectamente lo que el club le ha transmitido. Es una decisión técnica su no convocatoria.
Se le dio demasiada importancia a su suplencia de la semana pasada. La decisión de ponerse de portero la teníamos tomada rápidamente desde el banquillo. En los entrenamientos le gusta mucho coger los guantes y ponerse de portero. Los propios compañeros, de broma, le dicen que por qué no juega de portero. No sé si ha dicho algo, pero ha sido por eso. Le agradezco el esfuerzo y me alegro de que la gente haya cantado su nombre. Si eso va bien para que Vezo gane en confianza, mejor.