Triunfo más que gris

VALÈNCIA. Partido nefasto en Ipurua. De ambos. Se esperaba de un Eibar limitadísimo; no de los valencianos. El Llevant saltó al césped maldito donde nunca venció a no jugar a nada. Ante un rival amputado por las bajas y con la moral por los suelos, tras una vida sin ganar. Fue el Eibar más inocuo al que se han enfrentado los granota en Primera. Pese a ello la escuadra levantina apenas generó algún acercamiento con peligro en toda la primera mitad. Sobre la bocina, una buena combinación entre Bardhi y Clerc la remató De Frutos con mala leche, con la izquierda, de forma inapelable. 

Mendilibar se frotó las manos con el regalo de López de alinear a Coke en la derecha y ordenó percutir por allí toda la ofensiva eibarresa. De Frutos le cubrió las espaldas más de lo habitual y Postigo salió al rescate una y otra vez, cuando le ganaron la espalda. Sin definición ni peligro real, los acercamientos armeros llegaban por allí. También la jugada de más peligro, que inventó Enrich en la frontal, con picardía. Gracias que irrumpió por allí Postigo como un rayo para rechazar al córner su tiro envenenado. El madrileño reapareció con solvencia, pero su encuentro se ensombreció con algunas pérdidas que pudieron ser letales. La nación granota se frotaba los ojos: con un bagaje ofensivo pobrísimo, el Llevant se llevaba un inmenso botín al descanso.

En la reanudación el Llevant salió a especular con el resultado. El Eibar aceptó gustoso el reto y, con las limitaciones intactas, le echó alma y arrestos al partido. Eso nunca falta con Mendilibar al mando. Y el once granota jugó con fuego. Morales, desaparecido, seguía los balones con la mirada en vez de ayudar en la izquierda. Y así generaba un desequilibrio que el Eibar intentó aprovechar. Duarte y Clerc estuvieron impecables para abortar esas intentonas. López tardó, como acostumbra, en hacer los cambios pero acertó de pleno. Doukouré y Rochina por Morales y Roger. Pareció defensivo pero el Llevant se hizo con la manija del partido y anestesió las esperanzas guipuzcoanas. Doukouré, sin grandes alardes, reforzó la misión de Malsa en la medular, y Rochina contribuyó a sacar balones con criterio. Aún así el Eibar intentó la heroica: algún tiro lejano y un remate con el corazón de Kike en el 88'.

Las bajas con que cuenta López no son insignificantes ni mucho menos. Y además Radoja se rompió, tras una entrada de Diop. A todas ellas hay que sumar que Roger parece que anda al límite, con molestias; Coke hace tiempo que no está para jugar, y Vezo, Morales, Malsa y Rochina –aunque el francés y el saguntino estuvieron más entonados– no atraviesan su mejor momento.

Se rompe una estadística de 16 visitas a Eibar sin triunfo, entre Primera y Segunda. No se podrá decir más. En una semana triste por el fallecimiento de la leyenda Toni Calpe, por quien llevaron brazaletes negros, la victoria sitúa al Llevant con 38 puntos… y el riesgo de que la desgana se agudice. Esperemos que Paco López y Quico Catalán sean capaces de convencer al vestuario de que merece la pena luchar para conseguir la mejor puntuación histórica del equipo en Primera y para quedar por delante del vecino, algo que nunca sucedió.

Eibar 0-1 Llevant UD

UNO A UNO: Aitor (6); Coke (4), Postigo (6), Duarte (7), Clerc (7); De Frutos (7) (Vezo (sc) 82'), Radoja (sc) (Malsa (6) 19'), Bardhi (7), Morales (3) (Rochina (6) 67'); Gómez (6) (León (sc) 82'), Roger (6) (Doukouré (6) 67')

—Paco López (6).

GOL: 0-1 De Frutos 46'