VALÈNCIA. Hace dos meses que escribo, básicamente, lo mismo. Porque sucede lo mismo sobre el terreno de juego, con la excepción del derbi de la capital valenciana, en buena parte del encuentro en el Villamarín, y por momentos ante el Sevilla. Los análisis de Bombeja Agustinet!, aún sin quererlo, son condenadamente premonitorios. Lean o escuchen este de ayer: La final d’Elx . El levantinismo está hartO. Y Paco López, aunque parte de la responsabilidad sea suya, también. Sólo había que ver su cara en el banco del Nou Altabix, ayer. Y escuchar sus declaraciones: “Es de las pocas veces en tres años y medio que no tengo defensa alguna al partido que ha hecho el equipo”. Hay que ponerlo en contexto: Paco siempre defiende a sus jugadores. Siempre. Lo de ayer, sumado a otros esperpentos anteriores, recientes, no tiene defensa. Los principales culpables son los futbolistas, algunos de ellos, pero el míster toma las decisiones: premia a unos y castiga a otros, con una disciplina asimétrica que asumen todos, no sin cierta perplejidad: los que juegan hagan lo que hagan y los que no tienen continuidad. Mala cosa esta, que no es la primera vez que advertimos.
Hablemos un poco de algunos futbolistas: Aitor es un gran meta pero no está fino, ni bajo palos ni generando seguridad en la salida del balón y, mientras, Cárdenas, llamado a crear época, que transmite una seguridad insultante, chupa banco. ¿Juegan los mejores o qué clase de patrón meritocrático impera en este vestuario? Coke y León están, abiertamente, cortando la proyección de cualquier canterano que se muera de ganas por jugar. Y no es un problema (sólo) de edad. Buenos profesionales como Clerc, Son, Duarte o Postigo están imbuidos del ambiente de astenia que se impone; Vezo y Malsa, con más o menos acierto, se mostraron ayer comprometidos, pero no otras veces; Pier, Bardhi y Melero juegan fuera de su sitio: el gallego con una irregularidad sistémica; el macedonio está carente de chispa, en juego y en balón parado; el madrileño sale de una lesión; Roger juega tocado y no le llegan balones en condiciones; Morales, desde que renovó, no está para jugar, pero lo hace por decreto; Gómez no levanta la cabeza ni da una a derechas, hace tiempo; De Frutos quizá se lo ha creído demasiado pronto. Y además está la capa de barniz que tienen todos: esa irritante forma de pasarse el balón en la medular cuando quedan 20 segundos para acabar el partido, no sea que suceda algo. De no comerse a Medié, que no está ni para pitar en el río, tras los posibles penalties a Gómez y Clerc. Sin que nadie dé un grito.
El Llevant está en caída libre, titula Mario Lupión. Con este cóctel de defectos y esta dinámica no será capaz de ganar ni uno de los partidos que quedan por delante. Hace poco advertí que ojo, que con el equipo así veríamos a quien se le podía vencer, para sumar y escapar definitivamente de la quema. Me reitero. Y todos debiéramos tener bien presente el descenso de 2005, cuando Villarroel declaró que el Mallorca era equipo de Segunda. Que tengamos que estar, después de siete derrotas en nueve partidos, hablando de la salvación es inadmisible. Y lo que es peor: la afición granota está, de forma casi unánime, indignada con la situación. La ilusión de la Copa se ha desvanecido con esta actitud intolerable y el divorcio crece a la carrera, entre la grada y el césped. Quien no lo quiera ver tiene un problema.
¿Tiene remedio este equipo? ¿Tiene capacidad Paco López para enderezar esta situación, que tiene el aire inequívoco de la indisciplina y la dejadez? ¿Qué puede hacer el presidente para provocar una involución? Quico y López deben ofrecer respuestas y soluciones, antes de que sea tarde. Está en juego el respeto al escudo y el futuro del club. Poca broma. Nadie tiene derecho a frivolizar con ello.
Y, en todo caso, tomamos buena nota de todo para el futuro. El Llevant debe volver a la senda de la profesionalidad acérrima, que no tiene por qué se antagónica de la calidad.
UNO A UNO: Aitor (4); Coke (3) (Son (5) 55'), Postigo (5), Vezo (5), Clerc (4); Pier (4) (Melero (6) 55'), Malsa (6), Bardhi (4), De Frutos (4) (Duarte (sc) 79'), Morales (4) (Gómez (4) 55'), Roger (4) (León (sc) 79).
—Paco López (4).
GOL: 1-0 Boyé 31'.