El Nou Orriols, talismán

VALÈNCIA. Cuatro victorias consecutivas en el Nou Orriols, donde está imbatido, han aupado al Llevant a la parte alta de la tabla y le permiten mirar con cierta distancia al descenso, a falta de cerrarse la jornada.

EL EIBAR DE MENDILIBAR es uno de los equipos mejor trabajados de Primera, y desde luego no entra en las apuestas por el descenso, pese a las limitaciones de su plantilla. Sin embargo, el Llevant firmó uno de sus mejores partidos del curso, desde el punto de vista defensivo, algo poco previsible y que, no obstante, era una de las claves para poder sumar de tres. Por una vez los granota no quisieron un correcalles, contra un once que siempre lo ofrece. Prefirieron decantar el partido, con seguridad atrás y verticalidad en ataque. Costó pero acabó sucediendo. La apuesta de López salió bien.

VERTICALIDAD VERSUS POSESIÓN. Los primeros minutos delataron que los tiros irían por ahí: el Eibar dominaba sin crear peligro; sólo un tiro lejano de Inui que rozó el palo. Radoja y Malsa cumplieron en las coberturas, a derecha e izquierda, respectivamente. Aunque las indicaciones eran percutir la banda de Miramón, que ayer estuvo brillante. El Llevant, por contra, daba la sensación de que, si acertaba en el último pase, marcaría. Gómez no estuvo fino ahí, al contrario que Roger, que le filtró balones con mucha intención. El 21 tampoco solventó con éxito una contra en que se dejó encimar y otra en que Roger quedó esperando su pase en el punto de penalti.

PÁJARA Y CASI 0-2. Los granota llegaron a sufrir porque la presión eibarresa no les permitía trenzar combinaciones y salir con superioridad hacia el ataque, pero la solidez defensiva valenciana no permitía que la posesión armera generara fluidez ofensiva. Tras el descanso, sin embargo, el Eibar subió las revoluciones e hizo el 0-1, al aprovechar un error en la salida del balón y con un pelín de fortuna: Aitor cedió un balón muy exigido a Radoja que no pudo controlar. Malsa bloqueó el tiro de Kike, pero el balón cayó al pie de Inui con la portería franca. El partido, en todo caso, siguió igual, con la misma dinámica, y el Eibar, a la salida de un córner, tuvo una doble ocasión que desbarató Aitor, con la ayuda de Miramón, y que hubiese supuesto una losa demasiado pesada.

EL LUSTRO DE MORALES-ROGER. Un minuto antes habían entrado León y Melero que devinieron esenciales: el cordobés por su genial asistencia a De Frutos para que este cediera a Morales en el 2-1; el madrileño para ganar circulación de balón y llegada, aunque cometió un error grave en un pase atrás que provocó una ocasión clara del Eibar. Y por supuesto para marcar el 1-1, un gol de tiralíneas, donde participaron los dos futbolistas más determinantes del último lustro granota: pase milimétrico de Roger para Morales y éste al pie de Melero, que hace lo que más le gusta: machacar el balón a la red llegando en carrera. A partir del empate el Llevant buscó la victoria con más ahínco. Y en el 76' Roger porfía un balón en banda y entrega a León que de tacón habilita para la carrera de De Frutos, que cede a Morales.

El Llevant acabó con seis defensas más Radoja y Melero-Morales-León. Esta vez Paco López supo atar el resultado e impedir que el rival tuviese opciones en los últimos 20 minutos. Cierto es que el partido pudo acabar en empate, si Estrada hubiese señalado alguna de las tres manos que el Eibar reclamó en el área de Aitor. Sea como sea, la gran noticia es que el Nou Orriols se ha convertido en un fortín, incluso sin público.

Llevant UD 2-1 SD Eibar

UNO A UNO: Aitor (6); Miramón (7), Postigo (7) (Coke (sc) 80'), Duarte (7), Clerc (7); Radoja (7), Malsa (5) (Melero (7) 61'); De Frutos (7) (Son (sc) 85'), Roger (8) (Toño (sc) 85'), Gómez (5) (León (6) 61'), Morales (8).

—Paco López (7)

GOLES: 0-1 Inui 50'; 1-1 Melero 64'; 2-1 Morales 76'.