VALÈNCIA. El Valladolid, pese a las bajas, fue un rival incómodo, correoso, pegajoso e intenso. El Llevant, sin embargo, por momentos, consiguió escapar a la telaraña que le tejió Sergio González, anulando las bandas, con muchas coberturas y presionando en todo el campo, dificultando la circulación del balón y los ataques posicionales. Sí, la escuadra granota, a rachas si quieren, firmó un buen partido, sobre todo en la segunda mitad. Y sin embargo estuvo a punto de salir derrotado. Lo evitó Roger, en el 83', al sacar petróleo de un balón que le cedió Radoja en el interior del área.
El Valladolid hizo tres acercamientos con peligro en todo el partido y los dos goles. El Llevant metió balones al área, pases de la muerte, filtró pelotas interiores, combinó en el balcón, lanzó centros laterales, balones parados… Es difícil ofrecer un repertorio más amplio y diverso de formas de buscar el gol, pero los pucelanos se defendieron bien, como un grupo solidario, y tuvieron un punto de suerte. También con el arbitraje: Bruno, hecho un titán, rozó el penalti en dos ocasiones. En la primera bailó abrazado a De Frutos delante de Munuera. Desde el VAR debieron aconsejarle que para qué se iba a complicar la vida, si los del Llevant ni siquiera habían mostrado el mínimo desacuerdo con que pitara córner y parecían ansiosos por sacarlo.
Bruno de nuevo no tuvo forma de frenar a De Frutos en el 62', ni con una tarascada primero, ni con un agarrón después. El extremo blaugrana sabía que aquella internada pegada a la cal era medio gol y se fajó para mantenerse en pie. Su asistencia y la buena colocación y definición de Gómez hicieron el resto. El Llevant obtenía premio a su buen fútbol y siguió buscando el segundo, pero en una pérdida en la salida de Malsa, que estaba firmando un duelo soberbio, llegó el empate de Alcaraz, en un tiro lejano que pilló a Aitor mal colocado. Cinco minutos después la fortuna sonrió a los albivioletas. La entrada por banda de Hervías fue mal defendida por Morales, que despejó al aire, sin acertar con el balón y con Clerc fuera de posición. Pase atrás, tiro duro de Plano y el rebote en Duarte despista a Aitor. Roger se inventó el empate, también con fortuna, aunque no tanta. Su tiro seco, colocado y duro tocó en un defensor.
El Llevant, como en Cádiz, jugó un buen partido, fue superior (aunque no tanto) y mereció los tres puntos. Suma ya un sinfín de empates que pudieron ser victorias y que lo tendrían en la parte alta de la clasificación. El equipo ilusiona, practica buen fútbol, marca goles y suma. Y es complicado vencerle. Tras perder cuatro de los cinco primeros partidos de Liga, ya sólo le han vuelto a vencer Barcelona y Villarreal, ambos por la mínima. Sin embargo la Liga está apretada como nunca por abajo y con toda la jornada por disputarse sólo hay seis puntos entre el décimo y el 18º. Y el calendario del Llevant no es halagüeño. Los próximos rivales son: Madrid, Granada, Osasuna, Atlético (dos veces), Athletic, Erreala, Valencia y Betis. Este tramo de competición definirá cómo está el Llevant por Sant Josep, cómo encara el tirón final de liga, cuáles son sus aspiraciones y nuestros temores.
Llevant UD 2-2 Valladolid
UNO A UNO: Aitor (5); Miramón (7) (Rochina (sc) 83'), Duarte (5), Vezo (7), Clerc (8); Malsa (6) (Melero (5) 77'), Radoja (7), De Frutos (6) (Son (6) 64'), Morales (7) (Bardhi (sc) 83'); Gómez (6) (León (4) 77'), Roger (8).
—Paco López (6).
Goles: 1-0 Gómez 62'; 1-1 Alcaraz 73'; 1-2 Plano 78'; 2-2 Roger 83'.