VALÈNCIA. Latín y griego eran dos asignaturas que estudiabas hace años si te decidías por estudiar Letras en vez de Ciencias. Me gustaban las dos porque tuve un profesor que enseñaba como los ángeles, Don Vicente, y que hacía fácil y hasta ameno el adentrarse en el mundo de las declinaciones. Pero lo que no podía llegar a pensar es que ese conjunto de letras griegas con las que nombramos las diversas variantes de virus nos iban a condicionar tanto nuestras vidas. Alfa, beta, gamma, ómicron se han hecho cotidianas entre nosotros y tema de conversación en todas las tertulias. Y también están siendo decisivas en la confección de las alineaciones de los entrenadores. Las directrices y planteamientos para el fin de semana pueden estar claras pero aquéllos que tienen que plasmarlas en el terreno de juego pueden varían con un simple contagio en el último momento. Míster ómicron tiene la última palabra y eso va a condicionar mucho los enfrentamientos en estas próximas jornadas.
Rival
El Español es un clásico del fútbol español y tiene enfrentamientos recordados por los aficionados valencianistas. El 1-0 que derrotaba al Valencia en el 70/71 pero que tras el empate entre el Barcelona y el At. de Madrid daba la Liga para el Valencia. También se recuerda la remontada en Sarriá tras un 0-2 que ponía sobre las cuerdas a Benítez según comentaban muchas informaciones menos aquéllos que sí que tenían que tomar esa decisión. Rufete, en dos ocasiones y Adrián Ilie cambiaron el marcador. Pero el más recordado es la remontada en Mestalla tras un 0-1 y con un hombre menos tras la expulsión de Carboni. Los goles de Baraja fueron la antesala de la conquista del título de Liga en Málaga y la euforia se desbordó entre los aficionados valencianistas.
En la actualidad es un equipo que tras un periplo por segunda división está intentando consolidarse con los mejores. Tiene una mezcla de veteranos como Darder y Diego López como máximos exponentes y una serie de jugadores jóvenes interesantes como Melendo, Melamed, Morlanes, Pedrosa, Puado. Los dos pilares sobre los que se asienta el equipo son su entrenador, el valenciano de Massanassa, Vicente Moreno y su delantero Raúl de Tomás, internacional de nuevo cuño. Vicente Moreno se está consolidando como un gran entrenador tras una trayectoria de éxitos en sus equipos anteriores que le han llevado a aceptar el reto periquito. Procedente de la cantera del Levante llegó a la cantera del Valencia, donde coincidí con él entrenando yo al juvenil del Valencia, y poco a poco se fue formando y ha realizado una dilatada carrera deportiva que le ha servido para ir tomando experiencias que le sirven, a buen seguro, para su carrera como entrenador. Un gran tipo, una gran persona y un excelente entrenador. Raúl de Tomás es la estrella del equipo. Un delantero que en ocasiones parece ausente pero al que no hay que descuidar ni un segundo. Tiene el gol en su mente y sabe cabecear, regatear, disparar y estar siempre en la posición adecuada. Un delantero espectacular. Ojo con él.
Final y comienzo de año
Juega el Valencia el último día del año y hacía tiempo que no sucedía esto. En mi época recuerdo algunos años despidiendo el año con nuestras parejas en el hotel de concentración. Tomábamos las uvas y los jugadores a las habitaciones porque jugábamos el día 1 de enero. Eran otros tiempos. El Valencia tiene la oportunidad de dormir en zona europea o cerca de ella si los resultados se dan. Y para ello tiene que superar el escollo de este viernes ante un Español que vendrá con la intención de puntuar en Mestalla. Después comenzará la segunda vuelta del campeonato en un año donde el Valencia afrontará muchos retos que tiene por delante. Solucionar los temas urbanísticos, sociales, renovaciones de jugadores, incorporaciones, salidas, traspasos, van a ser las tareas que los dirigentes tienen que solucionar con dedicación y trabajo. Los retos deportivos se los dejamos a Bordalás si ómicron lo permite. Feliz año 2022 a todos.