Pesimismo y esperanza

VALÈNCIA. Aunque el levantinismo tenga la sensación de hallarse en un pozo oscuro y profundo, si se analiza fríamente el partido, el equipo no fue un desastre en Mendizorroza. Y había motivos para ello: la semana tan complicada y las bajas de Toño, Postigo, Rochina, Campaña, Bardhi (suplente, para sorpresa de todos) y Jason, desaparecido todo el encuentro y culpable de indolencia en el gol del Alavés, en el que Laguardia remata sólo ante su pasividad. No, no fue un desastre: el Alavés fue ligeramente superior pero marcó en un balón parado tras un garrafal fallo de marca. Y luego el Llevant tuvo sus aproximaciones, aunque ninguna ocasión clara.

El míster volvió al 4-4-2 por obligaciones del guion: Coke y Luna no están para carriles largos y desde luego Moses no muestra vocación defensiva. Fue una decisión sensata y el Llevant estuvo bastante sólido atrás; las ocasiones del Alavés, todas en la primera mitad excepto una contra que salvó Aitor antes del 2-0, fueron más que aciertos del rival, errores puntuales del guardameta y de Cabaco, que por lo demás estuvieron sobrios.

El doble pivote en la medular no funcionó y sin sala de máquinas al equipo le faltó fuelle (y acierto), pero no alma. Ojo: la mayoría de futbolistas se dejó la piel, con mayor o menor acierto, no como en el Pizjuán, donde la actitud fue bochornosa. El problema es que Vukcevic no encontró la convicción para echarse el equipo a la espalda, aunque de sus botas salieron algunos pases largos prometedores; pero en general prefirió entregarlo a Doukouré, impreciso en el pase y con pérdidas constantes, pese a su generoso esfuerzo en la contención.

En bandas Moses estuvo intermitente y con un bagaje escaso; Jason, fuera del partido. Arriba Morales estuvo desaparecido. Como de costumbre, pero un poco más. Es cierto que no le llegaron balones, pero al menos Roger, con el mismo problema, se fajó con los centrales en ataque, y en defensa, en los balones aéreos.

Con Bardhi sobre el campo el Llevant ofreció sus mejores minutos: el macedonio aportó algo de sentido al fútbol granota y aprovechó el empuje de Doukouré, pero todo se quedó en algunos acercamientos y un puñado de balones parados desaprovechados.

La imagen de Doukouré, consolado por sus compañeros, al hundir la cabeza en el césped con el 2-0 que sentenciaba el partido en el 92', alimenta la esperanza para Balaídos, en un partido que tiene ya la vitola de finalísima. El Llevant suma 27 puntos, el Celta, 24, y el Rayo marca el descenso, con 23. El problema es que después los levantinos reciben al Madrid de Solari.

CLAVES, por Borja Bens

••• En la primera mitad, el Llevant cedió muchas faltas porque el Alavés le superó en velocidad, con Inui y Jony.

••• Por momentos, Moses se postula como el jugador de la plantilla que más se parece a Morales, cuando el madrileño está fino en banda, pero las ayudas defensivas del nigeriano son tan escasas como las del comandante.

••• Vezo sigue mostrando buena colocación, firmeza y rapidez en el corte. La pareja que forma con Cabaco es una de las pocas buenas noticias de la noche.

••• En la segunda mitad el Llevant pudo ser más incisivo, tal vez, con Vukcevic y Bardhi, pero López decidió sacrificar al montenegrino y dejar a Doukouré sobre el campo, que lastró al equipo fallando pases muy sencillos y regalando muchos balones. El 2-0 del Alavés resumió su errática actuación.

••• Jason fue un fantasma que sólo aparecía para lanzar córners. Cuando salió Bardhi ya ni eso.

UNO A UNO: Aitor (6); Coke (5), Cabaco (7), Vezo (7), Luna (6) (Dwamena (sc)85'); Jason (2), Vukcevic (5) (Bardhi(6) 59'), Doukouré (5), Moses (5) (Mayoral (4) 66'); Morales (3), Roger (5).

Paco López (5)

GOLES: 1-0 Laguardia 22'; 2-0 Jony 92