VALÈNCIA. Dos días. Es lo que le ha faltado a Cristiano Piccini para completar todo un año en el dique seco. El italiano ha jugado este sábado su primer encuentro con la camsieta del Valencia desde que se rompiera la rótula de su rodilla derecha el pasado 28 de agosto de 2019. Cuatro días antes había jugado el que iba a ser su segundo y último partido del curso 19/20 en Balaídos: fue titular y disputó 67 minutos en la derrota contra el Celta.
Desde entonces, dos operaciones le han apartado de los terrenos de juego. Primero la del 29 de agosto, tras romperse en una sesión en Paterna el día anterior. Y después, tras pasar todo un calvario coronavirus mediante, la intervención de mayo para retirarle el material con el que le habían reconstruido la rótula en verano. Aquella fue una operación que entraba en los planes del italiano, pero que se vio acelerada por el retraso de la Eurocopa por la pandemia. Él esperaba poder reaparecer a finales de curso.
En cualquier caso, el '21' del Valencia ya está disponible para Javi Gracia, que ya espera que el lateral recupere su mejor nivel. No tuvo su mejor actuación ante el Castellón, pero sí dio muestra de estar en forma y preparado para ponerse a tono para la nueva campaña. Una pérdida en la salida de balón propició una ocasión en contra, pero rápidamente sus compañeros aplaudieron al transalpino cuando la ocasión salió sofocada.
Piccini entra en los planes del técnico, aunque una oferta de cierto volumen por él mandaría al rincón de pensar al Valencia. La Fiorentina, equipo de la ciudad de origen del jugador, está atenta a asu situación. Eso sí, es una tesitura que ocurre con la gran mayoría de futbolistas de la plantilla.