HUESCA. Visiblemente decepcionado, como no podía ser de otra manera, se mostraba el entrenador del Elche, Fran Escribá, tras la derrota de su equipo a manos del Huesca la noche del viernes.
"No podemos cometer esos errores; los tres tantos del rival llegan en errores nuestros", decía el técnico valenciano que, eso sí, tampoco quiso restar méritos a la victoria del cuadro oscense: "Hubo más errores nuestros que aciertos del rival, que los tuvo. Reaccionamos bien al primer gol de ellos, pero el segundo nos hizo daño", señalaba Escribá para, a continuación, poner el foco en esa acción al señalar que los suyos cometieron "un fallo imperdonable, tanto la pérdida como la forma en que entra el balón". Y respecto al tercer gol, aunque calificó las manos de Johan Mojica de "involuntarias", señaló que "sabiendo cómo actúa el videoarbitraje hay que defender con los brazos pegados al cuerpo".
"El 3-1 evita que el partido muera en el área del Huesca", lamentaba también en voz alta el técnico franjiverde, para el que los suyos dominaron el juego pero adolecieron de profundidad ante las "dos líneas de cinco y de cuatro hombres" que dispuso su homólogo en el banquillo rival cuando se vio por delante en el marcador por segunda ocasión.
Eso sí, Escribá se mostraba convencido de que la derrota no pasará factura al vestuario: "Es verdad que hemos perdido ante un rival directo y hemos caído a puestos de descenso, pero no voy a permitir lecturas negativas más allá del partido; quedan ocho partidos y no va a ser el último que perdamos, pero por el camino también ganaremos. Estamos enfadados y decepcionados, pero no es nada que no podamos revertir", sentenciaba el preparador valenciano, que preguntado por los problemas físicos que le obligaron a sustituir a Antonio Barragán y Guido Carrillo, precisaba que el primero había recibido "un fuerte golpe" y que el segundo probablemente se pierda "más de un partido" por una rotura muscular en su pierna izquierda.
Pacheta, sin rencores