Baloncesto

ANÁLISIS | LA CANTINA

Doblo mi apuesta por un Valencia Basket campeón

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VALÈNCIA. Es gratis soñar con despedir la Fonteta con la Liga bajo el brazo. Sueños que, seguro, no gustan al entrenador, que querrá contener la euforia. Pero, precisamente, yo a ese entrenador, a Pedro Martínez, ya le he visto hacer campeón al Valencia Basket en la Fonteta. Así que a mí no me lo pueden prohibir. Sobre todo después de ver al equipo cómo ha llegado a los playoffs. Un equipo que encadena ya seis victorias consecutivas con una sensación de solidez notable y un Jean Montero cósmico. El base dominicano le metió 57 puntos al Gran Canaria en dos partidos. Estoy convencido de que él también sueña con despedirse de la Fonteta con el trofeo en una mano y un habano en la otra.

No fue fácil tumbar al Gran Canaria en su Arena y será mucho más difícil apear a La Laguna Tenerife, un equipo muy bien trabajado por Txus Vidorreta, que tiene, además, a uno de los pocos bases que puede plantarle cara a Montero: Marcelinho Huertas, el MVP de la Liga ACB, un genio de 42 años. Pero el Tenerife demostró en el segundo partido que es mucho más: Marcelinho no pudo jugar y sus sustituto al volante del equipo, el uruguayo Bruno Fitipaldo, firmó un encuentro fantástico con 23 puntos y cuatro asistencias. València está revolucionada con Montero y sus 36 puntos en el Gran Canaria Arena, de donde salió en su día -lo ficharon para la cantera y jugó cinco partidos antes de ser cedido- por la puerta de atrás. Pero yo creo que este equipo tiene mucho más. Como Brancou Badio, un senegalés que se aficionó al baloncesto en Rufisque, una pequeña ciudad costera de Senegal, donde se crio en una familia con ocho hermanos y sin padre desde 2009. O Jaume Pradilla, un tipo que me tiene deslumbrado porque es capaz de anotar canastas importantes pero sobre todo hace un trabajo excepcional atrás. Como Josep Puerto, del que casi nadie habla y dejó a Brussino, uno de los pilares del Gran Canaria, en 12 puntos entre los dos partidos.

Su capacidad para anotar muchos puntos está más que contrastada. Este año ha caído una retahíla de récords. Sus rachas en los tiros de tres asustan a todos sus rivales. Pero lo que me hace pensar que este equipo puede hacer frente a los mejores, primero a La Laguna Tenerife y después al que sea su rival en la final, son los minutos de gran intensidad defensiva que le he visto. Pedro Martínez sabe hacer defender a este equipo como tiene que defender para ser campeón.

Está muy bien tener a un jugador como Montero, una de las estrellas de la ACB, un base que acaba de batir unos récords de precocidad que a mí no me dicen mucho pero que están ahí y tendrán su valor, seguro. Pero el Valencia no será nada si Reuvers, Ojeleye o Costello no son capaces de frenar a los grandes pívots de sus contrincantes. O si Jones y De Larrea no mantienen el nivel de amenaza de Montero cuando el dominicano esté descansando. No estoy descubriendo América. El Valencia Basket tiene que ser un equipo, en el sentido más amplio de la palabra, para ser campeón. Pero yo eso ya lo he visto y a mí nadie me va a impedir soñar. Para algo gratis que hay.

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