VALENCIA. El estreno del Valencia en la Europa League no pudo ser mejor y es que el equipo de Neville le regaló a sus aficionados una primera parte de ensueño donde arrollaron al Rapid de Viena que nada pudo hacer ante el vendaval valencianista que desplegó un juego intenso y efectivo para marcharse con cinco cero al descanso.

El técnico británico introdujo algunas variantes en la alineación, sobre todo en el frente de ataque donde cambió a todos sus hombres con respecto al partido ante el Espanyol dando entrada a Piatti, Negredo y Santi Mina. El gallego respondió a la confianza del entrenador y se salió en la primera mitad, participando activamente en los cinco goles valencianistas.

Una falta lateral en el minuto dos fue lo único que hizo el conjunto austríaco en los primeros cuarenta y cinco minutos de partido. En el minuto cuatro empezó el recital valencianista tras una gran jugada por banda izquierda tras un corner entre Parejo y André Gomes, que el portugués filtró al corazón del área pequeña donde apareció Mina para empujarla. El gallego tiene alma de ‘9’ y lo demostró en esta jugada.

El gol no tranquilizó los ánimos del Valencia que se vio muy superior y lo refrendó en el minuto diez de partido con una gran asistencia de Santi Mina, que rompió la defensa austríaca para dejar solo a Parejo delante del meta ante el que no falló. El Valencia ponía tierra de por medio y daba una alegría a la afición que no se esperaba lo que quedaba por delante.

Y es que, pocos minutos después, llegaría el segundo tanto de Mina, muy parecido al primero de la noche. Un centro desde la izquierda por parte de Piatti que no acertó a despejar la defensa acabó en los pies del gallego que no perdonó en la que iba a ser su mejor noche como valencianista. No se habían cumplido los 25 minutos de partido y el Valencia vencía por 3-0.

Pero todavía le quedaba cuerda a Santi Mina, protagonista del primer acto para inventarse una jugada por la derecha, ‘romper’ a su rival y poner el balón en el corazón del área para que rematara Álvaro Negredo a la red. El vallecano marcó en su tercer partido consecutivo y suma once goles esta temporada.

La ‘manita’ se redondearía en el 38, con los mismos protagonistas del primer tanto pero con papeles cambiados. Santi Mina centró y André Gomes remató. Mestalla se frotaba los ojos ante el resultado de su equipo y el gallego cerraba la primera mitad con dos goles y tres asistencias.

El segundo acto, por su parte, apenas tuvo historia. El Valencia ‘sesteó’ en un partido totalmente sentenciado y el Rapid de Viena intentó tener algo de orgullo para marcar aunque fuera el gol del honor, algo que no pudo hacer puesto que Ryan se lució con un paradón en la más clara de los visitantes, que tuvieron una aciaga noche en Mestalla.

Cuando ya moría el partido, Rodrigo Moreno cerró la goleada. El hispano brasileño necesitaba el gol para coger confianza y poder salir del bache en el que se encuentra y lo hizo, con suspense, pero terminó marcando tras una asistencia de Vezo.

El Valencia refrendó el buen resultado ante el Espanyol y cogió confianza de cara a lo que queda por delante, que todavía es mucho. El domingo ante el Granada tiene un nuevo partido importantísimo para conseguir algo que no ha hecho durante toda la temporada, vencer tres partidos seguidos.