VALENCIA. Algo pasó entre el viernes por la tarde y el sábado por la mañana para que el máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, suspendiera su viaje a la ciudad del Turia. Estaba todo preparado, además de su seguridad privada había contratado a varios operarios más de seguridad para sus traslados dentro de Valencia. Incluso en su agenda había reservado sitio en un exclusivo Restaurante de la Playa de El Saler para comer junto a varios de sus mejores amigos.
Finamente sus amigos si estuvieron pero él no. Fue llamativo que en el palco el asiático estuviera en el encuentro contra el Atlético de Madrid uno de sus socios en el proyecto inmobiliario más importante del mundo, Iskandar Malaysia, el principe de Johor, Tunku Ismail Sultan Ibrahim, y también un gran amigo suyo de Singapur pero no estuviera Lim. Evidentemente, alguien le aconsejo no venir porque los ánimos en Mestalla están caldeados durante toda la temporada y seguramente de haber estado el singapurense en el estadio hubiera recibido algún abucheo visto el resultado.
No es la primera vez que a Lim le aconsejan no venir a Mestalla para ver el fútbol. La primera vez fue el pasado mes de diciembre cuando decidió no venir a ver el partido ante el FC Barcelona justo después de haber cesado a Nuno. En aquel momento las personas que le asesoran y principalmente Layhoon le aconsejaron no venir porque el público andaba muy cabreado por la marcha del equipo y por la todudez del dueño en mantener en el banquillo al portugués. Lim, accedió y no vino. Prefirió esperar y ver el debut de Neville en el banquillo. Tras ese partido regresó el 3 de enero para ver el partido ante el Real Madrid. Desde ese día, ya hace más de dos meses, el máximo accionista no ha vuelto a pisar el estadio valencianista.
Y no me gusta. No me gusta que no venga. No tengo claro que sea él quien no quiera venir. Me inclino más porque sus asesores le frenan pero tampoco entiendo porque el año pasado quería venir siempre y ahora que vienen mal dadas no aparece. Sé perfectamente que sus negocios no están en Valencia, ni tampoco en Europa, pero daría sensación de implicación que se hubiera dejado caer por Mestalla en los últimos partidos.
Quizá de esa manera tendría una idea en primera persona de lo que está pasando. Así comprobaría que Neville no está listo para dirigir el proyecto que se le está cayendo día a día. Cuando uno dirige una empresa desde casa y con el mando teledirigido es muy complicado que tenga éxito por muchos millones que haya puesto encima de la mesa. Lim fue una solución. Hoy empieza a tener un problema muy grande porque pese a todo lo invertido no tiene casi nada adelantado en lo que realmente es importante en un club de fútbol; el fútbol.
No tiene entrenador, no tiene equipo, no tiene líderes en el vestuario, no tiene estructura deportiva y no tiene criterio. Si a todo eso le sumamos los consejos de Mendes y que desde 14.000 kilómetros es complicado acertar es normal empezar a tener muchas dudas del proyecto deportivo del señor Lim.