ALICANTE. El bueno de Romain Correia ya entrena a las órdenes de David Cubillo. El joven central de 21 años ha recalado en el Hércules en calidad de cedido hasta el 30 de junio (sin opción de compra) por el Vitoria de Guimaraes.
Lo anterior permitirá al técnico madrileño volver a disponer de cuatro centrales (la nómina se había reducido a tres tras la salida de Pablo Íñiguez), aunque de cara a la cita en Atzeneta del próximo domingo parece harto complicado que tenga la posibilidad de escoger entre tantos y no solo porque no esté nada claro que Moisés García llegue a tiempo de entrar en la convocatoria, pese a que está ya en la recta final de la recuperación de la lesión muscular que le ha mantenido fuera del equipo en los dos últimos partidos. Cubillo tampoco podrá contar con Romain Correia porque salvo que se produzca una salida de aquí al viernes de un futbolista, el Hércules no le tramitará ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) la licencia hasta finales de la semana que viene.
El propio director deportivo, Carmelo del Pozo, lo venía a desvelar (de aquella manera) este miércoles, en el transcurso de la rueda de prensa de presentación del futbolista; el club se encuentra ahora mismo a la espera de que se concrete la salida de un futbolista "en dinámica del primer equipo", algo que obligará a incorporar a un sustituto para seguir contando con dos por puesto. Pero podrían ser dos y no uno los jugadores que salgan (el mercado se va a acelerar conforme se acerque la fecha de su cierre, el 1 de febrero) o producirse una lesión de un futbolista dentro de la ventana de fichajes... El Hércules quiere seguir contando con dos jugadores por puesto como mínimo y, al tiempo, no cerrarse puertas de antemano que le puedan dificultar lo anterior si momentáneamente deja de ser así. Por eso apuesta por esperar a tramitar la licencia de Correia.
Como los lectores de Alicante Plaza saben bien, cada equipo en Segunda B puede contar con un máximo de 22 futbolistas en su plantilla de los que un máximo de 16 pueden ser sénior y, en consecuencia, un mínimo de seis ser sub-23 (de estos no hay tope máximo, por lo que puedes tener 12 senior y 10 sub-23, por ejemplo). Con la salida de Pablo Íñiguez la pasada semana el Hércules ha pasado a tener 21 futbolistas en su primera plantilla de los que 15 tienen ficha sénior (el central valenciano era mayor de 23 años) y seis ficha sub-23. Tiene, por tanto, una ficha libre que ahora mismo puede darle a un sénior o a un sub-23.
Para que Cubillo volviera a tener cuatro centrales entre los que escoger el club ha incorporado a Correia que es sub-23, pero por ahora no va a decidir si le da ficha del Hércules B (donde tiene varias libres) o del primer equipo (donde tiene solo una libre): si le da del filial (como ocurre con Appin, Pedro Torres y Manu Garrido) seguiría teniendo una disponible en el primer equipo que además podría ser o no sénior (a elección); si, por el contrario, se la da en el primer equipo, se cierra la posibilidad de incorporar a un nuevo jugador sénior si solo sale uno y tiene ficha del filial.
Sería el caso de que se produzca la salida de Abde, jugador con ficha del Hércules B y cuya cesión hasta el 30 de junio pretende el Valencia Mestalla, tal y como desveló el Diario AS la semana pasada. La salida del extremo marroquí (los clubes negocian una compensación económica) obligaría al Hércules a incorporar a otro jugador de banda y solo podría tener la opción de que fuera sénior (del filial al primer equipo solo pueden 'subir' sub-23) si a Correia no se le da finalmente ficha del primer equipo y sigue estando una vacante (la que dejó Íñiguez).
Abde protagonizaría una salida pero podrían ser dos (caso en el que no se había esquivado haber también una lesión. Supuestos que están ahí y que motivan que, a 12 días de que se cierre la ventana de fichajes de enero, el club no quiera precipitarse.