VALÈNCIA. El Levante regresa este sábado al Ciutat, igual que vuelve Alessio Lisci a la que fue su casa durante más diez años. El retorno del 'Conte de Buñol' es uno de los grandes alicientes de una cita en que el conjunto de Javi Calleja habrá de luchar contra viento -sobre todo viento- y marea. El aire sopla con fuerza en la ciudad del Turia, casi tan enérgico como la enfermería granota. Si las bajas se han cebado en la parcela defensiva levantinista durante el último mes, noviembre llega al calendario con la medular tocada. Sin Oriol Rey por acumulación de amonestaciones, ahora es Lozano el futbolista que cae también del abanico de opciones del círculo central. Las molestias musculares en el adductor del valenciano hacieron que el técnico prácticamente lo descartase en el día de ayer, antes de la última sesión de entrenamiento y a falta de algunas pruebas. La buena noticia en el capítulo del sanatorio es que Ander Capa podrá jugar con una máscara y el portugalujo apunta a la titularidad.
Enfrente estará un Mirandés también recio. Los de Alessio aterrizan en Valencia, precisamente, con el mejor vuelo de la temporada. Han encadenado por primera vez este curso dos victorias consecutivas -tres si se contabiliza también la de Copa el pasado miércoles- y viven un momento dulce, de confianza, en torno a la idea del italiano, quien también tratará de soplar más robusto que el viento con la meta de reconquistar un Ciutat de donde salió sin demasiado ruido después de lograr la tercera mejor segunda vuelta de la historia del club blaugrana y, a pesar de ello, confirmar el descenso a Segunda del que trata de huir hoy el Levante.
Sin embargo, Calleja insiste en su discurso anti-obsesivo de la clasificación. El madrileño volvió a enarbolar la bandera del 'no' a mirar la tabla, y la de restar suma importancia a la posición del equipo en La Liga a jornada 14. "Y si nos ponemos líderes... ¿qué? A la semana que viene podemos salir de ahí", dijo el preparador granota. Sea como sea, su Levante no tendrá esta vez esa oportunidad aunque venza y convenza frente al Mirandés. Incrustado en la quinta posición, y con la "situación privilegiada" de mantenerse en plazas de play-off desde la segunda fecha de campeonato, una victoria volvería a retomar el buen camino tras la derrota y el mal partido de Andorra. Una derrota, eso sí, podría sacar, esta vez, al elenco valenciano de la promoción.
El objetivo, en palabras del técnico, ya no es evitarlo, sino volver a llenar el saco de la confianza que se truncó en el Principado. Para ello, y después del paseo copero, volverá Andrés Fernández a la portería y el foco se enciende en los nuevos inquilinos del círculo central. Probablemente Algobia y Kocho, junto a Pablo, ocupen esa parcela, con Dani Gómez y un Bouldini ya en condiciones en punta de lanza. En defensa, las dudas recaen sobre el carril diestro: Capa con máscara o la apuesta de Xavi Grande que no termina de ver el propio Calleja. "Hay otros jugadores que me ofrecen más seguridad a la hora de competir en la élite", comentó al tiempo que reafirmó su confianza en los canteranos.