VALÈNCIA. Nueve bajas. Es la cifra que ahora mismo cuenta el Levante para su viaje a Tenerife. Róber Pier y Álex Muñoz siguieron entrenando al margen en la sesión de este miércoles y, con las hipotéticas ausencias de ambos y el alta de Saracchi -el uruguayo no tendrá más remedio que ir directo al once después de tres semanas de parón competitivo-, la enfermería apunta al registro más contundente de lo que va de temporada. En ningún momento de este curso un técnico granota ha tenido su sanatorio tan repleto, aunque el entrenamiento de este jueves en la Ciudad Deportiva será clave para dilucidar si gallego y alicantino reducir esa sangría.
Y es que el gran puzle de Javi Calleja está en el eje central. El preparador granota vuelve a tener, por ahora, solo un zaguero disponible, una tesitura que no es nueva esta temporada de no ser porque la pieza que resta sana es Mustafi. El alemán ya lleva semanas entrenando con normalidad, pero acumula casi ocho meses sin vestirse de corto en partido oficial. Es un período largo que puede acabar este sábado en el Heliodoro Rodríguez López, aterrice o no en la cita Róber Pier.
El gallego, precisamente, es otro de los que ha figurado como único central en condiciones y, en su caso, ha llegado a estar acompañado por Vicente Iborra en la demaración. Pero las bajas en la medular, que se resiente sin Pablo Martínez y ahora sin Campaña, impiden encajar bolillos con facilidad. Iborra fue central ante el Lugo y Calleja decidió tirar a Son al lateral zurdo contra el Eibar para centrar al hoy maltrecho Álex Muñoz. El problema para el alicantino, a pesar de que a principios de semana no era descartable su concurso ante su exequipo, es que su aductor izquierdo lleva gran parte de la temporada mandando avisos.