VALÈNCIA. Un grito de permanencia. El Levante necesita lanzar esta noche el aullido de esperanza, que será el último en caso de caer ante una Real Sociedad que aterriza en el Ciutat con el objetivo europeo entre sus prioridades. Tras el empate del derbi Alessio confirmó sus cuentas, que no pasan por otra cosa que por ganar las cuatro citas que restan, es decir, firmar 12 de los últimos 12 puntos del campeonato. Es algo que, aunque esta temporada se haya convertido en un hito casi inalcanzable, no lo es tanto en la historia granota en la élite. El italiano dejó abierta la puerta de sus matemáticas a que 10 puntos también acaben dando acceso a una salvación que, por ahora, se antoja complicado que quede en 36. El Ciutat casi puede decir hoy adiós a Primera, pero también puede irse a dormir a un par paleteos de la orilla.
Un triunfo colocaría a los de Orriols a tres puntos de Cádiz y Mallorca. La diferencia respecto a las últimas ocho jornadas es que esta vez el Levante no sabrá los marcadores de sus rivales directos antes de que ruede la pelota en el Ciutat. Si durante los últimos dos meses el cuadro levantino ha conocido, al menos, un resultado de un oponente por la salvación, esta vez irá a ciegas y es algo que, precisamente, puede beneficiar al equipo. Alessio no se ha cansado de repetir que mirar la clasificación puede ser contraproducente para sus chicos por más que la lógica se apodere de más de uno en el vestuario y termine consultando la tabla. Echar cuentas es natural y las del Levante están claras. La esperanza pasa por ganar o ganar esta noche.
Porque en caso de caer e incluso empatar -resultado equiparable a la derrota para los intereses granotas-, el conjunto blaugrana puede amanecer el domingo prácticamente en la cuneta. En coma inducido y contando las horas para su muerte si su caída va unida a triunfos de Cádiz y Mallorca. Entonces los gaditanos, que reciben a un Elche ya sin metas concretas, serían oficialmente inalcanzables al tener perdido el golaverage particular. El hilo finísimo que evitaría certificar definitivamente el descenso es que con los baleares ese average corre a favor, pero restarían nueve puntos por disputar con la misma distancia entre las partes. El descenso estaría cosechado en un alto porcentaje. La jornada, además, no es tan propicia como la pasada semana: al suculento encuentro en Cádiz le acompaña un Celta - Alavés y el duelo por la vida entre Mallorca y Granada. De entre todas las convinaciones negativas de ese último choque, la que más interesa en Orriols es el empate.
Resultará inevitable para la parroquia granota no pasar el sábado pegado al televisor en caso de marchar victoriosa esta madrugada. Sin embargo, lo que más preocupa al cuerpo técnico ha de ser -y es- el reclutamiento de piezas clave y el estado físico de los suyos. Roger es la última bala en introducirse en el cañón. El de Torrent, confirmado por Alessio, podrá entrar en la lista y simplemente resta por ver si está para entrar de inicio o, sin embargo, el romano prefiere guardarlo como 'factor sorpresa' después de cumplir plazos tras su rotura muscular en el muslo diestro. Un mes va a cumplir alejado del césped y, aunque el Pistolero es sin duda una bendición para el técnico, durante ese tiempo el equipo no ha sufrido de más en una faceta goleadora que comanda Morales esta temporada.
Las bajas en batalla son Mustafi, De Frutos y un Carlos Clerc que ya acumula tres meses entre idas, venidas y vueltas con su rodilla izquierda dentro y fuera de las fronteras levantinistas. Con ese dibujo, el once granota se espera que sea muy parecio e incluso exactamente el mismo que saltó a Mestalla. Pueden entrar un Chelo Saracchi que ha pisado el acelerador en sus sensaciones desde que volvió a calzarse unas botas, Cáceres en lugar de Vezo tras recuperarse de sus isquios y alguna modificación en la punta de lanza, con Dani Gómez o, entre algodones, Roger. Soldado también se une a las bajas tras retirarse del último entrenamiento previo a la cita.
