VALÈNCIA. Noelia Gil (Madrid, 23/5/1994) garantiza profesionalidad y compromiso y mucho trabajo y las habilidades de una portera que se reencontró en Málaga y sigue creciendo hacia su mejor nivel. La nueva portera del Valencia CFF es de trato cercano, persona a la que le gusta charlar y escuchar -mejor buscando algún punto donde la sombra proteja de las temperaturas de agosto en la Ciudad Deportiva del Valencia-, profesional que no pierde la sonrisa y pretende el buen rollo, pero muestra un grado de autoexigencia elvadísimo. La madrileña atendió a Plazadeportiva.com en esta entrevista.
-¿Cómo se gestó el fichaje por el Valencia CFF?
-En abril recibí una llamada del Valencia para ver si había posibilidad de venir. Tanto mi representante como yo nos pusimos manos a la obra, muy ilusionados y aquí estamos. Fue rápido. Ya hubo un contacto en enero, pero no se pudieron dar las circunstancias para venir al Valencia. Tenía contrato en el Málaga, finalicé contrato y me vine.
-La pena fue no poder acabar en el campo la pasada campaña con el conjunto andaluz.
-Fue una pena, sí, pero lógicamente lo primero es la salud. Venía con un buen ritmo, de jugar todo, me sentía súper bien y de repente cuatro meses parada, en tu casa, que aunque hicieras cosas no tenía que ver ni un 2% con la realidad.
-¿Cómo fue el confinamiento en su caso?
-He conocido una parte de mí que no sabía cómo la iba a llevar el estar sola. A mí la soledad me agobia, no me gusta estar sola, soy una persona muy sociable, y me quedé en Málaga un tiempo sola porque compartía piso, pero mis dos compañeras se fueron a sus ciudades. Me quedé y estuve un mes o un mes y algo sola y lo acabé llevando bastante bien; con WiFi y Netflix todo fue bien (sonríe). Cuando ya se supo que se cancelaba la liga ya me fui a mi casa. Ese mes descubrí otras partes de mí que no conocía, supe gestionar bien todo, era independiente y eso me ha ayudado a saber que puedo vivir sola y, de hecho, aquí en Valencia vivo sola. Te da otras cosas que no habría descubierto si no hubiera sido por esta situación.
-Y llegó el momento de viajar a Valencia.
-Lo complicado eran las primeras semanas, que ya se han pasado; era lo más difícil y ya va todo rodado. En cuanto llegamos en seguida hemos intentado juntarnos, conocernos… Por desgracia, por la situación, al estar en varios vestuarios separadas, pues a veces pienso: ‘si hoy no he hablado ni con esta, ni con la otra…’ Entonces, hemos intentado desde el primer momento quedar, conocernos, y la verdad que tenemos un grupo humano muy guay y poco a poco somos una piña. Cada día vamos a más, la gente hace por conocerse, quiere integrarse y creo que vamos muy bien.
-¿Cómo fueron personalmente los primeros momentos de volver a un grupo?
-Pensaba que estaba muchísimo peor. El cuerpo tiene memoria y estamos tirando un poco de esa memoria. La primera semana sí costó más. Físicamente no fue muy mal, la segunda pareció que dabas un pasito atrás, pero luego ya entramos en dinámica, dando un paso más tanto en la intensidad como en el tiempo de la sesiones y cada vez aumentamos más. Cada vez nos acercamos más a ese punto de realidad u óptimo de los entrenamientos.
-Aunque en la preparación va a estar complicado el desarrollo de amistosos.
-Lo peor quizás es que nos va a costar más los amistosos, porque va a ser imposible o muy difícil, pero como todas vamos a llegar en las mismas condiciones para cuando empezara la liga, pues habrá que adaptarse. Quien mejor se adapte y lo sobrelleve irá para arriba desde el principio. Hay que naturalizar: es la situación que nos ha tocado vivir y daría gracias con poder comenzar. Los primeros partidos habrá ese respeto a no encajar, se darán los mismos miedos o situaciones que ya pudimos ver con los chicos.
-¿Qué opinión tiene del cuerpo técnico tras las primeras semanas?
-Creo que Jose (Bargues) tiene unas ideas muy parecidas a cómo veo yo el fútbol y lo siento, y creo que vamos a conectar bien, le voy a entender bien y creo que todas estamos captando rápido las ideas que tiene y nos traslada de lo que es jugar al fútbol y conseguir el resultado. Creo que estamos entrenando camino hacia ese modelo que es muy acorde a mi personalidad y me forma de ser y ver el fútbol. Con Aitor, que es el entrenador de porteras, pues genial; es un chico de personalidad muy abierto, muy exigente, yo lo soy también y me meto mucha caña. Los porteros tenemos esa cosa de ir súper al detalle en todos los gestos y muy meticulosos y Aitor nos va a dar todo lo que necesitamos. En general, muy bien. Nos está dando caña, pero luego lo agradeceremos. Vamos por muy buena línea.