VILA-REAL.
Marcelino García Toral analizó el momento del equipo tras el partido, rechazando la idea de una caída en el rendimiento y poniendo el foco en los detalles que están marcando la diferencia.
Ante la pregunta directa sobre si el equipo está "cayendo", el técnico fue claro: "¿Cayendo? En mi opinión es diferente. No nos viene el sol de cara." En esa línea, recordó precedentes recientes: "El otro día contra el Racing, en mi modesta opinión, pudimos y tuvimos opciones. Hoy nos ha pasado lo mismo."
Marcelino quiso destacar especialmente el rendimiento del equipo durante el encuentro: "El primer tiempo creo que fue extraordinario. Este equipo compitió impresionante, contra rivales de primerísimo nivel." De hecho, subrayó una circunstancia clave del partido: "Fuimos capaces de convertir al portero rival en el mejor jugador del partido."
Uno de los puntos de inflexión fue la expulsión, que lamentó abiertamente: "Es una pena la expulsión. Vi entradas más duras que esa que se sancionaron con amarilla." Aun así, insistió en el orgullo por el trabajo realizado: "Estoy súper orgulloso del trabajo del equipo. No nos hemos caído desde mi punto de vista."
En cuanto a la dinámica de resultados, el entrenador fue contundente: "Perdimos estos últimos tres partidos, pero pudimos ganar los tres." Y explicó dónde estuvo la diferencia: "Para ganar al Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid, tienes que tener acierto en las áreas."
Sobre una de las acciones polémicas, dejó clara su percepción: "Desde mi opinión es un penaltito." Y se detuvo especialmente en la tarjeta roja: "La he visto, y aun viéndola desde diferentes ángulos, me parece más naranja que roja. La entrada fue intensa y fuerte. Si fuera amarilla, quizás le llamarían del VAR para la roja. Pero siendo roja, sabía que no le iban a llamar."
En el apartado anímico, descartó problemas colectivos: "No creo que el equipo esté mentalmente mal. Creo que algunos jugadores no estaban en su mejor momento."
Cuestionado por el planteamiento del Villarreal y el balance general, Marcelino miró hacia adelante con un mensaje claro: "Mi deseo es salud para todo el mundo. Deseo ambición para crecer y humildad. Tengo una plantilla en la que confío."