En Elche no se habla de otra cosa que no sea del ascenso a Primera División del equipo franjiverde. Dos temporadas después, el cuadro ilicitano regresa a la élite. No ha sido un camino de rosas, sobre todo para Eder Sarabia. El técnico vasco, uno de los más aclamados en las celebraciones, tuvo que sortear un comienzo muy complicado hasta inculcar su estilo a la plantilla y a la afición.

Se puede decir que el ascenso del Elche es 'made in' Sarabia. El bilbaíno se tambaleó en los primeros meses con un inicio dubitativo en el que los franjiverdes sólo pudieron sumar tres puntos en cuatro partidos. En el entorno comenzaron las dudas acerca de si la filosofía de Eder Sarabia encajaría en Elche. Bragarnik tuvo paciencia y la apuesta ha salido bien. El conjunto ilicitano ha logrado el objetivo practicando un fútbol, por momentos, espléndido.

Para el recuerdo quedará el duelo en Copa del Rey ante Las Palmas. O los partidos de Liga contra Racing de Santander y Real Oviedo, goleando a conjuntos que ahora intentarán acompañar al Elche por la vía del playoff. La gestión de grupo quedará como una de las claves del éxito. Sarabia ha sabido mantener enchufada a toda la plantilla. Para muestra, un botón: Mario Gaspar, uno de los jugadores con menos oportunidades, dispuso de minutos en el duelo decisivo en Riazor. Nadie se ha sentido en el ostracismo.

El futuro de Eder Sarabia parece garantizado en el Elche. Está feliz en la ciudad y la consecución del ascenso le ha convertido en un ídolo para la afición. Bragarnik ya mostró sus credenciales: quería seguir contando con él tanto en Primera como en Segunda. No parece que vaya a haber problemas, por lo que en breve se podría formalizar la renovación del vasco. Quién lo iba a decir en septiembre...