VALÈNCIA. La caída de Roberto Soldado a la enfermería del Levante es la trigésimo cuarta en Buñol en lo que va de temporada. El delantero, con una microrrotura en el isquiotibial del muslo izquierdo, se perderá la próxima visita del Villarreal y posiblemente la siguiente, del Barcelona, al Ciutat de València. Junto a él, hoy completan el sanatorio Óscar Duarte, Carlos Clerc (ambos con problemas de rodilla) y los últimos en caer: Dani Gómez -que es seria duda para el regreso de Liga tras parón- y Jorge De Frutos. El segoviano es la gran bomba en el dique seco: dirá adiós a lo que resta de curso tras ser intervenido en Madrid.
Con ese dibujo, no es precisamente el Levante el equipo más afectado por las lesiones en la foto actual de la campaña. Guarda cinco jugadores en el dique seco. Sin embargo, sí está a la cabeza de las plantillas que más han sufrido en cuanto a dolencias de distinta gravedad y molestias musculares que han obligado a sus piezas a ausentarse de convocatorias. Tanto Paco López, como Javi Pereira o Alessio Lisci han tenido problemas de acumulación de efectivos en la grada y este es un problema ya viejo y conocido en el seno de la entidad de Orriols.
Ya en la segunda parte de la pasada temporada, a estas mismas alturas, el Levante amontonaba una cifra parecida de caídas en batalla. Aunque menor. Con Campaña como principal dolor de cabeza por sus superados problemas de isquios que también le hicieron pasar por quirófano, el equipo de Paco López inició el mes de abril de 2021 con 24 futbolistas que se habían unido a la lista de ausencias a lo largo del curso. La gran mayoría con partes médicos, otros sin ellos debido a caídas de última hora en convocatoria y/o celeridad en la recuperación de problemas musculares que, aún con esas, computaron en el número total.
Tan notorio y evidente es el obstáculo en este sentido en el cuadro granota que ya la presente campaña arrancó a un ritmo preocupante. Durante el stage de pretemporada en La Finca cayó Álex Blesa. El canterano, ya como parte del primer equipo, abrió la veda con un esguince de rodilla que le dejó 8 semanas KO, algo que trastocó en parte sus planes de futuro ante la competencia en la medular de los mayores. Le siguió Postigo, con otro esguince en el amistoso en Southampton y, nada más arrancar el campeonato de Liga, cayeron Soldado y Dani Gómez. El ariete valenciano, tras lesionarse de aductor e isquios en Cádiz, se perdió hasta siete encuentros.
