VALENCIA. El Valencia empató a dos ante el Getafe y vio cortado de raiz su buena racha de juego y resultados de las tres últimas jornadas que habían permitido a la afición soñar con alcanzar la séptima plaza, un sueño que acabó apenas tres días después de iniciarse.

José María Peris, Vicente Bau y Desmemoriats analizan el encuentro del Valencia en el Coliseum.

JOSÉ MARÍA PERIS

Y este cuento se acabó. Si existía algún resquicio para agarrarse a competir por algo, se esfumó en Getafe. volviendo a los malos hábitos, cediendo excesivas oportunidades al rival y sintiendo como el equipo vive en el alambre, sujetado por las manos de Alves y a los destellos de calidad de Parejo a pelota parada. Siempre es mala noticia destacar al portero. Significa que el rival le concede protagonismo. O el propio equipo. Fíjense en Abdennour, mejorando y haciendo dudar en que lado de la balanza estará en el próximo libro de pases en estos últimos partidos, blando y antónimo de su apodo. Errores groseros, que decía el nunca suficientemente valorado Héctor Cúper. Solo toca jugar para la honra. Para el orgullo profesional de los jugadores. El sentimental lo sienten unos pocos, tres o cuatro a lo sumo, por aquello de ser de la tierra. Solo toca pensar como un pequeño equipo de mitad de tabla, al que ganar al vecino, ahora por encima, y al rico, por fastidiar ligas en plan insular tinerfeño, serán las últimas alegrías llenas de miseria. Y pensar que aquella vaselina de Negredo en Mónaco nos volvía a poner en el mapa. Que poco dura la alegría en la casa del pobre comprada por un rico.

VICENTE BAU

POCA COSA

Una magnífica falta lanzada por Parejo y una estupenda jugada de ataque de Negredo con cesión final a Alcácer para que marcara el empate fue todo lo que necesitó el equipo de Pako para arrebatarle un punto al Getafe. El resto del encuentro fue un disparate de un equipo que parecía no jugarse nada en el envite. El Valencia no ofreció la misma imagen de sus tres últimos partidos. Fue un equipo indolente jugando contra otro equipo que se está jugando el descenso. Y sí, quedó claro que fue el Getafe el único equipo interesado en ganar el encuentro. El empate final únicamente es fruto del interés demostrado por Negredo por ir ganándose la confianza de su entrenador. Antes de Negredo en la segunda parte no hubo nada. El Valencia arrancó ese empate final en contra de cualquier sentido común... pero lo aceptamos. En la vida siempre es bueno ser agradecido y así debe estar el Valencia. Agradecido y creciendo... aunque ayer fuera un equipo vulgarcísimo.

DESMEMORIATS

Lo que pasa es que muchos se dejaron engañar por tres partidos en los que primó más la fortuna y el plus que da el miedo asentándose en el paladar que lo futbolístico. Es bueno que hoy haya pasado esto para bajar el hype y cortar de raíz campañas que no iban a conducir a nada más que al próximo error. Esto es lo que hay. Un equipo desconjuntado que sólo ha hecho causa común ante la urgencia. Pero seguir hablando del ayer es perder el tiempo. Hay que empezar a mirar al mañana. Y en el mañana no arreglaremos nada repitiendo patrones fracasados. Si entrenar dos años al Río Ave no basta para dirigir este proyecto, entrenar un año en la segunda división mexicana y otro en Israel debería bastar menos. Empecemos a exigirnos más como institución, es el primer paso pata salir de esta. Y se empieza por tener claro qué se quiere.