VALÈNCIA. Ocho puntos de diferencia con las plazas de permanencia con 27 puntos por disputar. El Levante puede estar viviendo su último mes en Primera División y, para evitar que abril se haga demasiado triste, el cuadro de Alessio Lisci necesita ganar hoy ante un Villarreal que llega al Ciutat con la mente en otro sitio. Si el Submarino gira la mirada a la visita del Bayern el miércoles en Champions League, al conjunto de Orriols solo le queda mantener la suya en una escalada ya muy complicada. Los granotas están a tres partidos de la orilla y tiene el average particular perdido con todos, excepto con el Mallorca. La salvación se ha puesto en japonés antiguo por mucho que esta tarde se triunfe en el derbi y eso no se le escapa a nadie en el seno del club.
Eso sí, el técnico levantinista mentiene la esperanza pública que le ha tocado sujetar. "Lo he repetido en dos ocasiones, nos dieron por muertos y nos generamos la oportunidad", comentó el italiano. El de tirar de corazón, luchar por el escudo y no mirar a la clasificación son discursos que ya ha pronunciado Alessio, pero no queda otra que seguir con esa bandera clavada hasta que las matemáticas bloqueen cualquier sueño. Por poco profundo que sea. Porque el calendario se endurece -después del Villarreal llegará el Barça- y, si se pierden los cuatro compromisos del mes, se puede consumar el descenso a Segunda más temprano de la historia reciente de la entidad.
En cualquier caso, el Levante vive al día y el presente tampoco otorga al cuerpo técnico todos los mimbres necesarios para luchar contra gigantes. El sanatorio ha alcanzado cifras de récord en Buñol con hasta 34 bajas repartidas durante la campaña y eso, como bien admitió el entrenador, siempre trastoca planes. La ausencia de De Frutos durante lo que resta de curso hace temblar los cimientos de los onces titulares de Lisci: el jugador más determinante de la plantilla está absolutamente fuera de combate. Para esta tarde, también lo están Clerc -cuyos problemas de rodilla se están enrevesando más de lo previsto-, Duarte, Dani Gómez y Soldado. Sin ellos y con el frente de ataque mermado, el once tendrá a Morales y Roger fijos en el frente ofensivo. Las dudas del once recaen en quiénes serán, junto a Pepelu, los que traten de evitar la masacre sufrida en el encuentro de La Cerámica.
