VALENCIA. Después de una semana marcada por la polémica arbitral tras el lamentable arbitraje de Undiano Mallenco ante el FC Barcelona, el Valencia CF de Cesare Prandelli, cerraba la décima jornada de la Liga en el siempre complicado estadio de Riazor. En Coruña le esperaba un Deportivo muy necesitado de puntos y que jugó el encuentro con mucha más intensidad que los valencianistas. No hubo continuidad y el equipo jugó ante el Depor el peor partido de los tres dirigidos por el italiano.
La necesidad de los gallegos no era superior a la de una Valencia CF que aspiraba a principio de temporada a la Champions League, y que en apenas dos meses de temporada ha dejado claro que Europa es una ilusión lejana y que sólo es capaz de ganarle a equipos de la parte baja de la tabla. Una vez disputadas diez jornadas de Liga, más de un cuarto de competición, el conjunto de Mestalla está a un punto los puestos de descenso y un calendario nada sencillo en las próximas semanas.
Prandelli tenía claro a lo que venía a Valencia y se enroló en la aventura con la promesa de los fichajes de enero. Sin embargo, será complicado para llegar en posición decente a enero si no hay un cambio drástico respecto a lo mostrado en Riazor. Los de Garitano salieron mucho más metidos que el Valencia CF en el partido. Fueron mucho más intensos y tuvieron mejor actitud para llevarse la victoria. El técnico italiano se equivocó colocando de inicio al tunecino Abdennour en el lateral izquierdo. A los pocos minutos Gama y Juanfran ya se habían dado cuenta del filón que tenían por su banda, con el africano y con la nula ayuda de Nani en defensa.
Mosquera y Borges liberaron de trabajo al turco Emre, y el ex del Galatasaray, mostró su mejor versión desde que está en España. Nada extraño en un Valencia CF que hace internacionales entre sus rivales cada semana. Ayer le tocó a Emre Çolak. En el primer acto los deportivistas llegaron mucho pero les faltó contundencia para hacer más daño. Çolak avisó en un cabezazo a bocajarro que estampó en el cuerpo de Alves, Marlos envió desviado por poco un regalo de Garay y entonces apareció el Valencia. Además, del plan de siempre de darle la pelota a Cancelo para que intente driblar hasta al árbitro, se hilaron varias jugadas que dejaron a Rodrigo Moreno solo ante Tyton. Fueron tres ocasiones claras. Una la anuló González González por fuera de juego, otra se la sacó el meta polaco y el tercer mano a mano lo envió por encima al intentar una vaselina. El '9' del Valencia no puede perdonar esas ocasiones. No puede fallar cada semana varios goles cantados porque esos goles son los que firma un delantero de 30 millones y son los goles que te hacen pelear por Champions.
Después de perdonar llegó la jugada por la banda de Abdennour, el falló en el marcaje de un centro lateral por jornada, Ni Enzo, ni Parejo siguieron la marca y Emre cabeceó, por segunda vez sólo a tres metros de la portería, esta vez de manera inapelable a la red. Uno a cero en el minuto 47 de la primera parte. Tocaba remontar. Tocaba cambiar cosas. Prandelli otra vez lo hizo rápido. Metió a Munir, cambió de banda a Montoya y retrasó a Cancelo.
No fue un cambio que cambiara muchas cosas en la manera de jugar, pero Munir siempre aporta cosas y llegó el empate en una jugada de Parejo perdió el balón, lo recuperó y puso un buen centro que Tyton no despejó bien, Nani metió al meollo y Rodrigo empujó hacia la parte de la portería en la que estaba el meta polaco con la fortuna de que superó por centímetros la raya de gol. El remate fue malo con la portería vacía pero por suerte terminó en gol y fue el empate. A partir de ahí el Deportivo se volvió a estirar y los valencianistas perdieron el control del centro del campo. Medrán entró por un Enzo que se jugó la expulsión y dejó buenos detalles, mientras que Prandelli sorprendió dando entrada a Fede por Rodrigo a falta de 15 minutos.
Los gallegos tuvieron varias acciones de peligro sobre la portería de Alves, y Nani se sacó un disparo que rozó la red mientras que González González no quiso pitar un penalti claro de Fernando Navarro tras centro de Munir en el descuento. El partido acabó en tablas. Un punto para cada equipo y los dos insatisfechos. El Valencia CF llegó a la Coruña con la intención de asentar su mejora, de sumar tres puntos que le acercaran a la zona media de la tabla para regresar el fin de semana a Vigo con opciones de empezar a quedarse cerca de Europa. El punto fue poco. El rendimiento fue poco. La temporada empieza a escaparse y lo peor es que el calendario no te va a dejar dormir tranquilo si no se empiezan a ganar partidos.