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Pogacar no da concesiones y se impone de amarillo en Luz Ardiden

15/07/2021 - 

Luz Ardiden (Francia), 15 jul (EFE).- La ambición y el poderío del esloveno Tadej Pogacar (UAE Emirates) ya los comparan algunos con los del mítico "Canibal" Eddy Merckx. Le queda mucho historial, pero parece encaminado, como demostró ganando su tercera etapa de la presente edición a lo campeón en la cima de Luz Ardiden, dejando más sentenciado todavía su segundo Tour consecutivo.

Aquí manda Pogacar (Klanec, 22 años), siempre superior, desde aquella contrarreloj de Laval, hasta Luz Ardiden, pasando por la demostración de La Colombiére y el Portet. No hay quien lo frene. Se anotó la sexta victoria en el Tour merced de un par de ataques tardíos en el grupo de favoritos que nadie pudo responder.

Pogacar se deshizo de Vingegaard, Richard Carapaz y del español Enric Mas a 500 metros de la cima pirenaica. Un latigazo y brazos en alto, con un tiempo de 3h.33.45. Un par de segundos al danés y al ecuatoriano, y 13 a Mas, quien se animó a atacar al final, sin suerte, no le dejó irse el fenómeno esloveno. Al menos el español ganó un puesto en la general y ahora sexto a 10.11.

A tres días de París Pogacar, también líder de la montaña, puede dedicarse a defender su botín, sin asumir riesgos, aunque su voracidad puede volver a despertar en la crono del sábado. Vingegaard resiste segundo a 5.45 minutos y Carapaz tercero a 5.51. El colombiano Rigoberto Urán pasó de la cuarta a la décima plaza a 16.25 del líder. Perdió casi minutos en la etapa. El hundimiento de "Rigo" hizo correr el escalafón, lo que benefició al español Pello Bilbao, noveno a 13.48.

EL TOURMALET TUMBA A URÁN Y EL INEOS CONTROLA

Ùltima cita de montaña, jornada del todo o nada para los diversos aspirantes, los que pensaban que aún le podían buscar las cosquillas a Pogacar y los aspirantes a la pedrea de un sorteo que tiene adjudicado el premio gordo desde la octava etapa en el Grand Bornand.

El esquema de la etapa calcó el de la víspera. Comienzo llano y los puertos concentrados en los últimos 60 km. Una escapada inocua se formó de inicio como resultado de mil ataques.

Pronto se vio que se trataba de un viaje a ninguna parte, pues el UAE del jefe Pogacar nunca permitió que se alejaran un cuarteto adornado con el maillot arcoiris del campeón mundial Julian Alaphilippe.

Los gallos tenían cita en el Tourmalet, la madre de todas las montañas del Tour, la más mítica, 84 veces escalada, la ruta de "mal retorno" en lengua gascona. A pie de puerto, en Saint Marie de Campan, se unió a la caravana el presidente de Francia, Emmanuel Macron, habitual visitante de la zona como turista.

A ojos del presidente se lució el francés Pierre Latour, primero en la cresta y receptor del premio en memoria de Jacques Goddet, 50 años director del Tour.

El Ineos marcó un ritmo en la subida que no inquietó al líder, ni a los hombres del podio, todos unidos camino de la cota de 2.115 metros de altitud. Sólo cedió el colombiano Rigoberto Urán, quien ya no pudo enlazar con los favoritos.

MAS LO INTENTA, PERO POGACAR GOLPEA DE NUEVO

El Ineos planteó la subida a Luz Ardiden (Especial, 13,3 km al 7,4) con mayoría absoluta de hombres respecto a Pogacar y el UAE. Ban Baarle, Kwiatkowski y Tao Geoghegan formaron el tren en espera de un ataque de Carapaz. El esloveno solo contaba con Majka y consigo mismo. Suficiente.

Las maniobras del conjunto británico, a años luz del potencial de sus años dorados, quedaron en agua de borrajas. El polaco Majka preparó la pista para Pogacar, y el líder soltó el primer latigazo a 3,3 kilómetros de la cima de Luz Ardiden.

Quedaron delante junto al maillot amarillo Kuus, Vingegaard, Carapaz y Mas, quien a pesar de ir sufriendo lo suyo se animó a tensar la cadena a poco más de un kilómetro de la pancarta. El español quería convertirse en heredero de los 5 españoles que han ganado en Luz Ardiden: Delgado, Cubino, Indurain, Laiseka y Samuel Sánchez, pero Pogacar no deja ni las migas. Se lo quiere comer todo.

Todos controlados. El jefe se levantó en su bici, miró a ambos lados y aceleró. Directo a su sexto triunfo, el undécimo de su gloriosa temporada. Desde lo Pirineos estiró la alfombra roja que le llevará a los Campos Elíseos de París. Es el presidente del Tour.

"Es una locura. Ha sido como un juego para mí desde que empecé el Tour y disfruto jugando. Estoy súper feliz", dijo el mejor 'jugador' del Tour.

Este viernes la decimonovena etapa ofrecerá otra oportunidad a velocistas y aventureros en el trayecto entre Mourenx y Libourne, de 207 km. Después del desgaste de los favoritos en la montaña pirenaica, habrá tregua en la general. 

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