VALÈNCIA (EFE). El entrenador del Valencia Basket, Jaume Ponsarnau, lamentó la poca “clarividencia” que tuvo su equipo en la derrota de este domingo ante el Unicaja y admitió que aún no saben compaginar la ACB y la Euroliga.
“Hemos tenido muy poca clarividencia dentro del partido y la prueba son las 23 pérdidas. Hemos sido impacientes, hemos abusado del dribbling. Hemos entrado en una ansiedad de correr y de querer solucionarlo individualmente”, explicó en una rueda de prensa el técnico, que achacó ese individualismo a la “responsabilidad” pero que admitió que le preocupa.
El entrenador dijo también que deben “aprender a vivir en las dos competiciones, aun no sabemos pero aprenderemos” y felicitó a su rival por su constancia. “Han creído y han cambiado la dinámica hasta generarnos mucho estrés”, concluyó.
Por su parte, el entrenador del Unicaja, Luis Casimiro, admitió el impacto que tiene ya el joven Yannick Nzosa en el juego de su equipo tras su papel en la victoria ante el Valencia Basket y aunque dijo que con su trabajo se gana su protagonismo recordó su juventud y pidió en la medida de lo posible no agobiarlo.
“Se lo está ganado y lo está haciendo muy bien a nivel de trabajo de equipo. Nos alegramos mucho por él y porque ayude al equipo. Está muy integrado y es muy respetado pero ojalá que lo podemos dejar tranquilo porque tiene 17 años”, señaló Casimiro en referencia a su próximo cumpleaños en el mes de noviembre.
El técnico admitió que no arrancaron bien el choque pero destacó que “mantuvimos la personalidad” y dijo que “el equipo se merece esta victoria, es para estar orgulloso de ellos y felicitarles por el esfuerzo que han hecho en esta cancha”.
Pero pese a las dudas y los malos resultados que arrastraban, el manchego aseguró que el triunfo no supone “nada más que una victoria y superar dificultades, la podemos saborear esta noche y mañana ya nos tenemos que poner a trabajar”.