tribuna libre / OPINIÓN

Por un nuevo Valencia

20/04/2023 - 


1. NO HAY FUTURO EN EL VALENCIA CF

La actual situación en la que se encuentra el Valencia CF es responsabilidad únicamente de la gestión de su máximo accionista. Desde su irrupción en la vida del Club, y con ello en las vidas de los miles de valencianistas; ha manejado a su antojo los designios de esta sociedad anónima deportiva, en sus facetas social, económica y deportiva. Y los resultados de su gestión, tras cerca de diez años de mandato son catastróficos. 

No solo no ha equilibrado las cuentas del Club, la deuda ha amentado sustancialmente, con continuas pérdidas anuales; ha devaluado significativamente el rendimiento competitivo del equipo y el valor de mercado de su plantilla; y ha incurrido en numerosas faltas de respeto hacia su masa social, la clientela de su empresa.

Su nefasta gestión tendría como consecuencia la quiebra del Club, si éste fuese una empresa en la economía de mercado. Cuánto tiempo aguantaría una marca comercial si comenzara a ofrecer productos con peor calidad, inferior a la de competidores a los que superaba sin dificultad, y con precios que, lejos de bajar por sus menores prestaciones, suben por las necesidades económicas de la mala gestión de la empresa. La respuesta de los clientes sería muy previsible, dejarían de comprar los productos de esta marca y elegirían a los de la competencia. Sin embargo, este comportamiento no se produce entre los socios y abonados del Valencia CF, ya que su fidelidad no se basa en razones de mercado, sino en el arraigo emocional que provoca el seguimiento de un club de futbol, no se sí con más intensidad en el caso del Valencia. 

Es, precisamente, este arraigo emocional, nuestro sentimiento, el determinante de mantener nuestro seguimiento al Valencia, aun sabiendo que, en manos de Meriton Holdings, el Club no tiene expectativas de futuro, al menos las que siempre nos han esperanzado. Ser del Valencia CF ha sido sinónimo de ser sufridor, pero con la contrapartida de grandes satisfacciones, estar entre los grandes, competir en Europa y levantar títulos; estos han sido los estímulos del valencianismo, cuando las temporadas no resultaban fructíferas.

Pero con Peter Lim, esta realidad histórica del Valencia CF se ha desvanecido y con ello, nuestra ilusión. Incluso cuando se levantó un título, la Copa de 2019, y el equipo se clasificó dos años seguidos en la máxima competición europea, torpedeó la gestión deportiva, una actuación que nos ha llevado a la situación actual, donde nuestra única ilusión es que el equipo no baje a segunda, con un panorama muy sombrío, casi irremediable. Un deseo que no es general, dado que hay valencianistas que ya indican que preferirían el descenso para que, de esta manera, Lim abandone el barco valencianista. El problema es que, quizás en ese momento, el naufragio del Club sea irreversible.

2. ESTAMOS EN MANOS DE PETER LIM 

El Valencia CF y su afición estamos en manos de este catastrófico gestor. 

Todas las iniciativas de las diferentes plataformas de accionistas, simpatizantes y aficionados del Valencia, muy meritorias al generar la ilusión entre los valencianistas que Peter Lim se irá “LimGoHome”, tienen un problema, que la voluntad de Peter Lim sigue siendo determinante. Si no quiere vender sus acciones, seguirá siendo máximo accionista; y si quiere vender, cuando le interese, lo hará a quien él quiera; que nos situaría en una nueva incertidumbre. Pensamos que peor que con él es imposible, pero no lo podemos garantizar. En definitiva, todas las acciones que se están realizando tienen un resultado estéril, al toparse con la realidad de que Lim tiene el poder de decisión y su voluntad determinará nuestro futuro como valencianistas.  

En consecuencia, estamos en sus manos; sobre todo porque es consciente que nunca abandonaremos nuestro sentimiento valencianista, que se ha convertido en una herencia de nuestros padres que traspasaremos a nuestros hijos, y que queremos mantener. Por esta razón nos dejamos someter al chantaje emocional de los actuales mandatarios del Club, ya que en cualquier otra empresa su nefasta gestión la habría llevado a su desaparición, por la caída de clientes y, en consecuencia, de sus ingresos.

¿Podemos hacer algo para dejar de estar en manos de Peter Lim?

Sí, pero no queremos.

Ahora que conocemos la realidad de una guerra en territorio europeo, somos conscientes de la importancia de cortar los suministros para debilitar al ejército enemigo. Sin recursos materiales y económicos, no puede hacer frente a las necesidades para mantener su intervención en la contienda con garantías.

Esto es lo que deberíamos hacer los valencianistas, cortar el suministro de ingresos de Peter Lim en su empresa Valencia CF, SAD. ¿Cuánto tiempo aguantaría Meriton Holdings sin los recurrentes ingresos de sus clientes?

Supongamos, aunque es mucho suponer, que ningún valencianista renovara su abono, que ningún valencianista comprara entradas, que ningún valencianista se comprara una camiseta del equipo, ni tampoco material de merchandising; incluso que no viésemos los partidos de nuestro equipo en las plataformas televisivas. 

La disminución de los ingresos en un corto periodo de tiempo sería de tal calibre que abocaría a la desaparición del Club y su accionariado, más aún porque no habría salida para el máximo accionista, no encontraría ningún comprador ante una hipotética venta, ni siquiera por la operación urbanística del nuevo Mestalla. Sin seguidores, sin clientes, no hay futuro económico. 

Este escenario pone de manifiesto una realidad, que el Valencia CF y su máximo accionista están en manos de los valencianistas, que la continuidad del Club depende de nuestra voluntad, en definitiva que el Valencia será lo que queramos sus seguidores. 

Sin embargo, hay una realidad contrapuesta, los valencianistas no queremos perder el vínculo emocional que compartimos: la historia que hemos heredado, nuestros títulos, nuestras victorias, nuestros jugadores de leyenda, los goles que nos hicieron sentirnos grandes, incluso algunas derrotas que nos hicieron más fuertes; y tampoco queremos perder la posibilidad de volver, la esperanza de ser lo que fuimos en el panorama futbolístico nacional y continental.  

Y ante esta tesitura, la de quedarnos huérfanos del sentimiento valencianista, no estamos dispuestos a abandonar a nuestro equipo, por lo que volvemos a estar en manos de Peter Lim. Aun sabiendo que su catastrófica gestión puede llevar de forma inexorable a su desaparición. 

3. NO TENEMOS NADA QUE PERDER 

Porque no tenemos nada material, solo el sentimiento de pertenencia en el que nos refugiamos, que es mucho y debemos aprovecharlo; somos del Valencia y lo seremos siempre, porque es nuestro. 

La actual SAD, Valencia CF no es nuestra, y no la queremos, porque no nos representa. Lo que sí queremos y por lo que luchamos es por su historia, sus títulos, sus históricos jugadores, las alegrías, algunas penas y, sobre todo, la pasión; todo esto nos representa y no nos pueden quitar, ya que es una herencia emocional, que desearíamos traspasar a nuestros hijos.

Pero no debemos quedarnos únicamente en la nostalgia, necesitamos recobrar la ilusión por nuestro equipo, nuestro sentimiento y dejar en herencia lo que recibimos, un Valencia competitivo, y no la sombra en la que se ha convertido con la gestión de sus actuales mandatarios, con los que es imposible contar para recuperarlo. Es necesario rescatar nuestro Valencia.

4. LA REFUNDACIÓN DEL VALENCIA

Es la única solución que depende de nosotros, los miles de valencianistas que amamos a nuestro Valencia y herederos legítimos, quieran o no, del sentimiento que nos une. Como se canta en las gradas de Mestalla “Nosotros somos Valencia…”

Fundemos, de nuevo, nuestro Valencia. No tendrá legalmente 104 años de historia, pero sí para nuestra propia historia, no tendrá oficialmente ningún título, pero contaremos con todos porque son nuestros; así como con la nómina de grandes jugadores y entrenadores que nos engrandecieron. No tendrá el Camp de Mestalla, pero llegará a tenerlo si conseguimos que los más de 35.000 abonados y los muchos más seguidores del Valencia se sientan herederos del espíritu y sentimiento del valencianismo, y quieran protagonizar el rescate de nuestro Valencia.

Esta actuación, fundar un nuevo Valencia, es necesaria y apremiante. La deriva del Valencia CF en manos de Meriton Holding no ofrece ninguna esperanza y, muy probablemente, se verá abocado a la liquidación y nos quedaremos sin equipo al que seguir.

Debemos hacerlo ya, traspasar nuestro sentimiento, la herencia recibida y que queremos legar; será legalmente una nueva sociedad deportiva pero con el poso de la historia y la tradición valencianista. Si no lo hacemos ahora, acabaremos haciéndolo dentro de unos años, cuando se certifique la desaparición del Valencia CF. 

Necesitamos una nueva ilusión, que hemos perdido, y hacerla confluir en un nuevo Valencia, heredero de nuestro común sentimiento valencianista, cuyas condiciones, son: 

-Mantener el nombre de la ciudad, Valencia, no será el Valencia CF, pero siempre Valencia.

-Mantener la antigüedad de los socios del Valencia CF que se suscriban a este proyecto de equipo de futbol, en el momento que se anuncie su fundación.

-Mantener los colores, blanco y negro, de su primera equipación.

-Ser propiedad de sus aficionados, para evitar caer en el error que nos ha llevado a la actual situación.

No hay más premisas, es cierto que no empezará jugando en la Primera División española, pero con el respaldo social y económico de la afición valencianista, en muy pocos años estará en la élite, sustituyendo a su predecesor, de cuya historia será legítimo heredero, por el traspaso emocional de los valencianistas

Por último, quiero indicar que esta es mi reflexión, la de un socio y abonado del Valencia CF, cuyo sentimiento valencianista debe estar fuera de toda duda, no soy más pero tampoco menos que ninguno de los que amamos nuestro Valencia y al que hemos sido fieles durante toda nuestra vida. Por ello, quiero contribuir con esta propuesta a la salvación del Valencia, que es la de todos los valencianistas herederos del sentimiento por nuestro Valencia. Se que es muy compleja porque requiere una catarsis colectiva, en la que se produzca la unión de los valencianistas y la creencia de que podemos traspasar esta herencia emocional, pero es la única que depende solo de nosotros, y posiblemente es la única que provocaría el temor de Peter Lim, por lo que apelo a los valencianistas a ayudarnos a poner en marcha este proyecto.

Adolfo López
unnuevovalencia1919@gmail.com

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