VALÈNCIA. El Real Oviedo, que dejó por el camino al Eibar, y el Espanyol, que se deshizo del Sporting de Gijón, se miden este domingo en el Carlos Tartiere en el primer asalto para regresar a LaLiga, una categoría que los periquitos perdieron hace un año y el equipo carbayón en 2001.
El Oviedo fue sexto al término de la fase regular del campeonato y el Espanyol, cuarto, por lo que los catalanes tienen la ventaja de jugar la vuelta de la final en casa, algo que vistas las estadísticas tampoco es tan determinante.
El técnico del Oviedo, Luis Carrión, no podrá contar los lesionados Rodri Tarín, Mario Hernández, David Costas y Santi Cazorla, aunque este último estará convocado y se vestirá de corto, siendo el partido de vuelta el gran objetivo del llanerense, que lleva lesionado desde la penúltima jornada de Liga.
El técnico oviedista podría repetir el mismo once con el que salió el miércoles en Ipurua, donde juntó a Luismi, Colombatto y Seoane en el centro del campo, siendo Borja Sánchez la única duda del once debido a unas molestias por un golpe sufrido frente al Eibar.
El Carlos Tartiere lucirá un aspecto excepcional y, si no hay lleno, lo rozará: Oviedo está volcada con un equipo que lucha por regresar a Primera División 23 años después y se espera un impresionante recibimiento al autobús azul.
En los 22 partidos disputados en el Carlos Tartiere durante la presente temporada, el Real Oviedo suma 12 victorias, 8 empates y tan solo 2 derrotas, siendo el empate sin goles de la ida de la semifinal ante el Eibar el último encuentro celebrado en el municipal ovetense.
El Espanyol irá con todo a Oviedo, un duelo en que el no irá a especular y saldrá a por la victoria, pese a tener el factor campo a favor y jugar la vuelta en el Stage Front Stadium la próxima semana.
Los catalanes llegan al choque motivados y conscientes tanto de la responsabilidad que tienen con el club como de la dificultad del encuentro. El Oviedo derrotó a los blanquiazules en la fase regular en el Tartiere (2-0) y perdió en el feudo periquito (2-1), resultados que en esta final permitirían subir a Primera al equipo carbayón.
Para el vestuario del entrenador Manolo González no hay favoritos en un cruce con una alta carga emocional. Lo que sí tiene claro el cuerpo técnico es que el equipo necesita más pausa con balón y mejorar su eficacia ofensiva. La solidez es una de sus virtudes y no encajar en esta final es clave.
El planteamiento del Espanyol no será otro que salir a por la victoria. Todos asumen que la eliminatoria es de 180 minutos, pero ir a por el partido es su filosofía y no renunciará a ella, más allá de calibrar riesgos y leer bien el desarrollo que pueda tener el encuentro en tierras asturianas.
Las dos bajas segura por lesión son las de Edu Expósito y Pol Lozano. Además, el lateral Omar El Hilali vio una tarjeta roja contra el Sporting. El club presentó alegaciones, pero fueron desestimadas y el defensa no estará en el Tartiere.
Siguiendo con los nombres propios, el Oviedo marcará el nombre del delantero danés Martin Braithwaite en rojo. El atacante es el máximo realizador de la categoría con 22 dianas, una de ellas lograda en el partido de vuelta de la fase regular de LaLiga Hypermotion en el Stage Front Stadium (2-1).
Las últimas cinco visitas del Espanyol al feudo del Oviedo se han saldado con dos victorias para el anfitrión -la más reciente en esta temporada (2-0)-, un triunfo para el cuadro visitante y dos empates. En líneas generales, los asturianos han sido superiores históricamente en su campo.
Real Oviedo: Leo Román; Viti, Luengo, Dani Calvo, Pomares; Luismi, Colombatto, Seoane; Sebas Moyano, Borja Sánchez y Alemao.
Espanyol: Joan Garcia; Óscar Gil, Sergi Gómez, Cabrera, Brian Oliván; Melamed, Aguado, Bare, Jofre Carreras; Braithwaite y Puado.
Árbitro: Arcediano Monescillo (Comité castellano manchego).
Estadio: Carlos Tartiere.
