El equipo de Ayestarán encaja 3 goles en 16 minutos y tira el partido por la borda pese a empezar ganando con un buen gol del gallego Santi Mina. Alcácer estuvo muy flojo y Mustafi cambió la cara a la zaga tras el descanso
VALENCIA. Arrancó la Liga para el Valencia CF y lo hizo de la peor manera posible encajando una goleada en casa y ante un equipo humilde como la Unión Deportiva Las Palmas. La defensa fue la misma que la de la temporada anterior, inexistente hasta que entró Mustafi. Los errores defensivos fueron tan graves y tantos que la victoria se convirtió en inalcanzable en el debut liguero.
Pako apostó de inicio por Abdennour y Vezo y Las Palmas de Setién remontó el gol inicial de Mina haciendo tres goles en apenas 16 minutos. Lo peor no fueron los tres goles. Lo peor fue comprobar con que poco los canarios hacían esos tres tantos. Mestalla vio como los amarillos se colocaban 1-3 en el marcador no habiendo propuesto prácticamente nada sobre el césped. Eso limita cualquier opción de competir a un equipo en primera división. Los centrales estuvieron para el olvido, el portero no llegó a ninguna y las bandas no cerraron como debieron. Esos veinte minutos marcaron el partido. Ahí murió el Valencia CF.
Mina puso el dos a tres en el minuto 34 y volvió a acercar en el marcador a los de Ayestarán. El descanso sirvió para que el técnico vasco diera entrada al central alemán Mustafi. El mejor que tiene a su disposición con diferencia y al que tendrán que traerle un buen escudero para que le acompañe porque según el entrenador el germano seguirá y no saldrá traspasado. Con Mustafi en el campo Las Palmas se replegó y los blanquinegros empujaron mucho. Mina tuvo el empate, y su hat-trick tras una magistral asistencia de Medrán. Más tarde Gayà envió un balón cruzado con la derecha, Paco Alcácer estampó en el larguero un buen remate desde la frontal, Cancelo remató a las manos de Varas y varias llegadas más pudieron significar el empate que el Valencia CF mereció. Sin embargo, la ventaja obtenida en el primer tiempo le dio a Las Palmas la oportunidad de contragolpear y los locales de buscar con muchos riesgos el empate. Al final, los amarillos mataron el partido a falta de 3 minutos. El croata Livaja hizo el segundo de su cuenta particular batiendo a un desafortunado Ryan y dando la puntilla final.
Ayestarán ha conseguido en unos meses que el equipo corra, pelee y sea intenso a la hora de presionar al rival en campo contrario. Eso lo tuvo el equipo, ahora le falta conseguir hacer que sea seguro en defensa o de lo contrario la temporada está condenada al fracaso. Cuatro goles en contra son una losa que el Valencia CF no se puede permitir en casa si quiere ser competitivo en esta Liga y aspirar a la zona noble de la tabla. Ayestarán sabe perfectamente que al puzzle le faltan piezas y le sobran piezas. El problema es que el juego ya ha comenzado y cada vez queda menos tiempo para terminar haciendo el puzzle de manera correcta. Los próximos días serán clave para el devenir de la plantilla valencianista. El club trabaja para traer a dos defensas centrales que jueguen a partir de la tercera jornada con la camisets del Valencia CF y para dar más mordiente al ataque a expensas de lo que ocurra con Alcácer. Mucho trabajo y poco tiempo. El primer partido oficial dejó un tufillo muy malo pero también algún brote verde para la esperanza siempre que se mejore atrás.