VALÈNCIA. ¿Qué pasa por la cabeza Javi Calleja cuando gira la cabeza hacia el banquillo? Es una de las preguntas que se hace el levantinismo, sobre todo cuando se cerciora de que, de los últimos seis partidos del Levante, solo en uno gastó las cinco sustituciones en tres ventanas de las que dispone -fue en Santander-. El período de tiempo coincide con el aluvión de lesiones con las que convive el vestuario: el adiós de Pablo Martínez y la intención, por imperiosa necesidad, de cuidar los esfuerzos de Campaña, han cogido sobremanera las pinzas del centro del campo granota; en defensa la caída de piezas ha sido como un 'efecto mariposa'. Una detrás de otra hasta el punto de que, para el encuentro en Ipurúa, Calleja solo podrá contar con cuatro de los ocho jugadores de la línea trasera, la mitad está fuera de combate pese a que Mustafi empieza a ver una luz.
Un momento del encuentro del pasado viernes ante el Zaragoza fue ilustrativo de lo que le ocurre hoy al Levante: con 1-1 y el equipo volcado en busca de la victoria, Calleja decidió no tocar sus diez futbolistas sobre el tapete. La expulsión de Saracchi había apagado la bombilla y solo quedaba encomendarse a un planteamiento de juego directo con bloque muy bajo: nueve tipos hundidos en campo propio tratando de contener a un rival de repente despierto y Bouldini, a muchos metros. Con esas, el elenco de Orriols incluso tuvo oportunidad de voltear la situación, pero, ya con más corazón que cabeza, Calleja ni siquiera mandó a calentar a ninguno de los cuatro de campo que le quedaban en el banco: Musonda, Wesley, Benítez y Édgar.
Esta vez el preparador madrileño descartó la idea de incluir un canterano a la causa como ya hiciera con Andrés García en Copa. Para La Liga, Calleja no ve claro aquello de hacer debutar futbolistas, pues ninguno de los jugadores del filial convocados en su etapa han tenido minutos en la competición madre -sí en la del KO-. Sin embargo, lo realmente relevante es que ni Musonda -con un perfil que se adaptaba al juego que estaba planteando el Levante-, ni Wesley -cuya presencia estaba más discutida por tal planteamiento- tuvieron minutos. Ni jugaron ni salieron del banquillo para ser opción por un segundo.
El caso del delantero brasileño es el más llamativo. Suma ya diez partidos consecutivos sin ser titular y solo rasca minutos postreros en los que su trascendencia es limitada. La última vez que Wesley, quien suma solo un tanto esta temporada, saltó de inicio fue el 22 de enero en Butarque. Antes, contra el Granada, había dado una asistencia. No obstante, parece que la paciencia de Calleja con el ariete prestado del Aston Villa y con opción de compra de 10 millones de euros, se ha ido agotando. Cuando Soldado ha reunido condiciones para entrar en convocatorias, ha sido el valenciano la alternativa a Bouldini mientras Wesley es uno de los que todavía no se ha ausentado por lesión en todo el curso.