Pulido Santana asciende a LaLiga siete años después de aquel polémico Huracán-Logroñés

VALÈNCIA. En la jornada del lunes, el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hizo públicos los ascensos y descensos de categoría para los colegiados de cara a la inminente temporada 2022-2023, una vez finalizadas todas las competiciones de la presente campaña. En el caso de LaLiga, suben desde Segunda el gallego Javier Iglesias Villanueva –hermano de Ignacio, con amplia experiencia en Primera División- y el grancanario Juan Luis Pulido Santana.

Muchos aficionados al fútbol regional vivieron un súbito ‘deja vu’ al escuchar el nombre del trencilla canario, especialmente en Leganés y Logroño. Pulido Santana llega a la élite del arbitraje tras seis temporadas en Segunda División en las que ha arbitrado más de cien partidos. Pero, anteriormente, acumuló diez años consecutivos arbitrando en Segunda B. Y, en los años 2013 y 2015, fue protagonista indiscutible en dos eliminatorias de los ‘playoffs’ de ascenso a Segunda que tanto los aficionados de CD Leganés como de UD Logroñés no recuerdan con especial cariño.

Polémica en San Gregorio

Quizá la más mediática de todas por lo bizarro de la situación y por sus efectos en el resultado final tuvo lugar en junio de 2015. En la eliminatoria entre Huracán Valencia y UD Logroñés, el partido de ida en Las Gaunas (1-1) había dejado todo abierto para el choque de vuelta, a disputarse en San Gregorio. Un encuentro que empezó de manera idónea para los visitantes, que en medio de un ambiente infernal –cerca de 3.500 personas se dieron cita en el estadio para alentar a Huracán- se avanzaron 0-1 en el minuto 54 por medio de un testarazo de Camochu.

El partido se volvió loco a partir de ese momento. A los pocos minutos, Pulido Santana señaló penalti favorable a Huracán tras unas manos en el área a disparo de Fali –actual futbolista del Cádiz-. Luismi Loro, eso sí, vio como el portero Miguel le adivinaba el lanzamiento y luego también lanzó a las nubes en su segunda oportunidad. Fue instantes después, en el minuto 70 de partido, cuando el choque hubo de detenerse: Pulido Santana cayó fulminado a tierra con calambres en el gemelo de su pierna izquierda.

El propio colegiado tinerfeño explicó su lesión de esta forma en el acta del partido: “En el minuto 70 del partido, tuve que ser sustituido por el árbitro asistente número 2, al no poder seguir el partido por lesión en el gemelo izquierdo. Así mismo, se solicitó a través de megafonía la presencia de un árbitro federado para que pudiera seguir ejerciendo de asistente nº2, presentándose voluntariamente el colegiado adscrito al Comité Valenciano, Don Iván Caparrós Hernández, el cual prosiguió con las labores de asistir desde la banda con el beneplácito de ambos delegados. El partido estuvo detenido doce minutos”.

Con Rayco Marrero como nuevo colegiado, Caparrós Hernández –que estaba viendo el partido en la grada- como nuevo asistente número dos, el choque se reemprendió y los sucesos se precipitaron. El nuevo árbitro principal señaló otro penalti por manos en área del Logroñés, Jesús Rubio ejecutó para empatar 1-1 y la eliminatoria se marchó a la prórroga. Por el camino, expulsiones de los visitantes Moisés (minuto 76) y Chevi (minuto 82), ambos fuera de sus casillas ante lo que consideraban una injusticia y con tángana en la zona de banquillos incluida. Con dos hombres más, Huracán hizo el 2-1 definitivo gracias a una ‘pillería’ de Javi Navarro en los primeros minutos de la prórroga.

Huracán pasaba de ronda y la UD Logroñés quedaba apeada del ‘playoff’ en un partido que ya forma parte del imaginario colectivo de la ya extinta Segunda B. Juan Carlos Pouso, técnico lucroniense, echaba fuego por la boca nada más salir de vestuarios: “Felicito al Huracán por la victoria, no voy a contestar a preguntas. Por el bien del fútbol no voy a hacer declaraciones. Ha sido un atraco a mano armada”, exclamó. La delegación de la UD Logroñés recogió a toda prisa el material –incluso las licencias federativas, sin siquiera dar tiempo a completar el acta-, se subió al autobús y marchó rumbo a casa presos de la indignación mientras las redes sociales hacían ‘trending topic’ el ‘hashtag’ #RoboAlLogroñes.

No fue la primera vez

Casualidad o no, Pulido Santana ya había vivido una desafortunada lesión en un partido clave dos temporadas antes, en una eliminatoria de ascenso entre CD Leganés y Lleida Esportiu disputada en Butarque en junio de 2013. De nuevo, Pulido Santana era el árbitro de la contienda, y de nuevo el entrenador Toni Seligrat (técnico de Huracán en 2015) estaba sentado en uno de los banquillos, en este caso el leridano. En la ida disputada en el Camp d’Esports, el Lleida había ganado 2-1.

En el partido de Butarque, el árbitro grancanario sufrió problemas físicos en el minuto 69 –casi en el mismo minuto que dos años después- que obligaron a detener el juego en la segunda mitad. El acta reflejó nuevamente la incidencia: “el partido estuvo diez minutos interrumpido debido a que requerí de las asistencias sanitarias para que me atendieran al no poder apoyar el pie izquierdo. Tras ello, y tras intentar continuar el partido, decidí que el asistente número 2 tomara mi puesto y yo ocupara el de él en el minuto 80”.

Así las cosas, en esta ocasión no fue necesaria su retirada del césped, y decidió intercambiar su rol con uno de los asistentes de banda. Eso sí, hubo que añadir muchos minutos de tiempo adicional, desesperando a una hinchada pepinera que ya se veía en la siguiente ronda tras el 1-0 anotado por Pirez en el minuto 90. Pero durante el extenso periodo de añadido, Mario Fuentes marcó el 1-1 en el minuto 105, eliminó a los blanquiazules y clasificó al Lleida para la siguiente ronda.