El Valencia cumplió con el trámite en el que se convirtió la vuelta de la Copa del Rey y se despidió de la competición por la puerta de atrás, en un partido que pareció un entrenamiento y donde los jóvenes valencianistas dieron la cara que no se vio en la ida
VALENCIA. Punto y final a la Copa del Rey. Oficialmente. Puesto que la eliminatoria terminó en el partido de ida el pasado miércoles en el Camp Nou con la humillante derrota por siete goles a cero que convirtió la vuelta en una especie de entrenamiento con público, poco, para lo que es habitual en Mestalla.
Gary Neville optó por dar la oportunidad a jóvenes futbolistas que fueron el único atractivo de un encuentro sin historia y en el que los suplentes y los canteranos dieron la cara, algo que no sucedió en el choque de ida en el Camp Nou. El duelo dejó sensaciones positivas mostradas por futbolistas del filial como Diallo y Fran Villalba, que siguen ganando experiencia, sobre todo el joven talento del Cabañal, llamado a ofrecer grandes tardes en Mestalla.
También estuvieron activos otros futbolistas como Danilo o Santi Mina, que dieron la cara ante los suplentes del FC Barcelona. Habrá que ver si la falta de intensidad propuesta por los azulgranas sirvió para que ambos futbolistas dejaran buenos detalles y sensaciones sobre el verde. Además, Negredo se reencontró con el gol y volvió a recibir los elogios de Gary Neville, que marcó su experiencia como clave para lo que resta de temporada.
Con el encuentro ante el Barça, el Valencia se despidió de la Copa del Rey por la puerta de atrás tras convertir la ilusión y el sueño de una afición en una auténtica pesadilla tras el partido de ida en el estadio azulgrana que avergonzó y humilló a todos los seguidores valencianistas que protestaron antes del encuentro de vuelta.
Y es que la afición se había ilusionado con la competición. Tras la victoria ante el Barakaldo y la goleada ante el Granada, los aficionados empezaron a ver la Copa como una vía de escape a la mala situación en Liga. El emparejamiento en cuartos de final ante Las Palmas incrementó el ánimo de unos fans que veían la opción de regresar a luchar por un título como algo cercano.
Pero con el sorteo de Copa del Rey el sueño empezó a apagarse. El Barça era un enemigo temible, pero el valencianismo apeló al espíritu del equipo para poder plantar cara al cuadro azulgrana. Además, con la vuelta en Mestalla, la afición era consciente de su importante papel. Pero todas estas conjeturas e ilusiones saltaron en pedazos el pasado miércoles tras la peor humillación que se recuerda desde Karlsruhe.
El Valencia ahora está totalmente centrado en Liga, como reconoció Neville al finalizar el encuentro y como mostró con el once alineado ante el Barça en la vuelta. La Copa quedó olvidada el pasado miércoles, pero este sábado será otra historia. Mestalla vivirá otro ambiente y espera que su equipo sea también otro. Primera final.