El canterano no tiene fecha de reaparición

¿Qué le pasa a Carlos Soler?

El jugador sufre un esguince en el ligamento peroneo-astragalino anterior, que es el más frecuente de los esguinces de tobillo. 

31/12/2017 - 

VALÈNCIA. Carlos Soler no ha participado en las tres sesiones de entrenamiento que, en ausencia de Marcelino, han dirigido Rubén Uría e Ismael Fernández en la Ciudad deportiva de Paterna para cerrar el 2017. Esta mañana está previsto que tampoco se ejercite con el grupo en la última sesión del año y mañana sucederá lo mismo con él. 

Soler está llevando a cabo un tratamiento específico de recuperación en el edificio principal de la Ciudad deportiva para superar la lesión que sufrió el  domingo 3 de diciembre en Getafe. En aquel partido el valenciano recibió una fuerte entrada del delantero canario Ángel que le provocó una lesión en el tobillo derecho.

El jugador fue observado por los médicos del club la semana siguiente en Paterna y ya detectaron problemas en la articulación del tobillo. Pese a todo, con la aprobación de Marcelino, que no quería perder a otro titular antes de despedir 2017, se decidió que podía jugar con una infiltración en la zona. 

Así, Soler jugó infiltrado contra el Celta de Vigo. El jugador aguantó en el campo sesenta minutos por eso se marchó cabizbajo cuando Marcelino lo sustituyó por Nacho Gil. Había forzado durante la semana y el dolor no remitía ni le permitía jugar a su nivel.

La semana siguiente apenas saltó a entrenarse con el grupo y fue baja frente al Eibar. El parte médico del club aludía a un simple esguince de tobillo, en la línea de los últimos partes médicos que emiten los clubes en los que no dan toda la información al respecto de la lesión que padece cualquier jugador. En concreto, el parte decía: "El jugador no estará disponible para el próximo partido debido a un esguince de tobillo cuyas molestias mantiene en los últimos días y del que continúa su trabajo específico de recuperación, pendiente de evolución".

Soler fue baja también contra el Villarreal en el último partido de 2017 en Mestalla y no tiene fecha para su regreso. De momento, se perderá los dos duelos iniciales de 2018: el del miércoles 3 de enero ante el UD Las Palmas en Copa y el de Liga ante el Girona de tres días después. El club es hermético respecto a los plazos de recuperación del jugador que no tiene marcada ninguna fecha para volver a jugar.

Carlos Soler tiene un dolor intenso en la zona del tobillo que le impide entrenarse con normalidad y, por supuesto, golpear el balón. Tras la entrada que padeció en Getafe, tiene afectada la articulación del tobillo y concretamente el ligamento peroneo-astragalino. Soler sufre un esguince en el ligamento peroneo-astragalino anterior, que es el más frecuente de los esguinces de tobillo. 

El club no ha comunicado el grado de esguince, como suele hacer habitualmente, pero se ha visto al jugador con muletas en la Ciudad deportiva con la zona inmovilizada. El jugador tiene dolor al apoyar y teniendo en cuenta el periodo de tiempo que lleva lesionado y que todavía no tenga fecha para reaparecer, es probable que sea grado dos o tres. 

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