VALÈNCIA. Este parón por selecciones ha venido bien a casi todos para descansar de la tensión que se vive en el Valencia CF y su posible descenso a Segunda división. Personalmente, soy de los que piensa que el Valencia va a mantener la categoría y conforme llegó el 'Pipo' tenía bastante temor con el calendario que tenía antes del parón.
El Valencia está en descenso, pero ha pasado un mal trago y ya no hay excusa para ganar a lo rivales por la permanencia. El amor de Mestalla por su escudo no lo va a permitir. Y en este escenario, se me vino a la cabeza la figura de Mamardashvili. ¿Por qué? Sencillo. No hay otro jugador que me acongoje más que caiga lesionado que el georgiano. Y con mucha diferencia.
Durante la temporada hemos perdido a Gayà, Diakhaby, Thierry, Yunus, Cavani, Castillejo, Nico... pero el equipo jamás se resentiría tanto como una hipotética ausencia de Mamardashvili. Sería un agujero terrible. Con toda la historia del 'virus FIFA'... por mi cabeza pasó que vuelva de una pieza, el resto me preocupa menos. Es el futbolista 'intocable' de la plantilla y que me haría dudar del objetivo de la salvación si hubiese un imprevisto a largo plazo. Seguro que no va a pasar. De hecho, Mamardashvili no se ha perdido ni un minuto de toda LaLiga.
Echando la vista atrás a las últimas temporadas, Cillessen caía lesionado cada dos por tres y recordé el año de Javi Gracia. Un Valencia defendiendo durante muchos meses la portería con Jaume -casi toda la temporada- y con Cristián Rivero en Copa. Ahora, los recambios son Herrerín y el canterano. La portería es el fondo de armario menos fiable de la plantilla. 'Mamar', no te constipes.