ALICANTE. Sí, el Elche tiene razones para sentirse agraviado por los arbitrajes, cuanto menos para denunciar que el Comité Técnico de Árbitros asigna a sus partidos a los 'trencillas' en peor 'forma' (solo hay que ver el 'concierto de pito' protagonizado por Valentín Pizarro Gómez la noche del lunes, al que el videoarbitraje corrigió una y otra vez) y que, con carácter general, los anteriores aplican una vara de medir distinta para ellos y para sus adversarios. Ahora bien, mal hará el vestuario franjiverde (y su entorno) en desgastarse en esa 'guerra'. Ya lo advertía tras el choque frente al Mallorca el capitán Gonzalo Verdú.
Los franjiverdes han mejorado con y sin balón en las últimas tres jornadas con respecto a las precedentes, pero ha sido una mejoría insuficiente, toda vez que les ha permitido sumar tan solo 1 punto de 9. El equipo sigue cometiendo errores groseros atrás, solo hay que ver lo ocurrido en el primer tramo del choque del lunes, el mal despeje de Josan que condujo al mano a mano de Muriqi con Edgar Badía en el minuto 1 y el penalti de Bigas sobre Antonio Sánchez en el 11. Cuando el meta es uno de los mejores... mal asunto: prácticamente desde la primera jornada es el portero que más para de LaLiga Santander, pero en 8 jornadas su equipo ha sumado solo 2 puntos de 24 y encajado la friolera de 19 tantos (casi 2,5 por encuentro).
Frente al Mallorca, en la segunda llegada a la meta rival, los franjiverdes lograron adelantarse en el marcador (era la segunda vez que lo hacían en 8 partidos), pero si con el 0-0 no controlaban el encuentro, lo anterior tampoco pasó a suceder con el 1-0. Si en algún momento disfrutaron de mayor cuota de posesión que su adversario fue porque este también demostró que no atraviesa su mejor momento de fútbol (pero claro, el Mallorca cuenta con 9 puntos a la finalización de la jornada 8).
Alguien dirá que las decisiones de Pizarro Gómez tuvieron mucho que ver en lo anterior y eso es muy cierto pero, en términos globales, más por las pérdidas de concentración que provocaron (rara vez en lo que llevamos de curso un error defensivo de los franjiverdes no ha tenido detrás una pérdida de concentración) que por perder a Lucas Boyé a los 2 minutos de saltar este al terreno de juego (el ítalo-argentino hizo gala de una intensidad mal entendida, la roja que vio es justa; otra cosa es cómo se le mostró), sin ir más lejos.
Las dos últimas semanas de trabajo a las órdenes de Francisco Rodríguez, coincidentes parcialmente con una 'ventana FIFA', se notaron (para bien) en el estadio de Vallecas, no obstante la derrota (que bien pudo ser victoria), y tanto de lo mismo ocurrió el lunes después de cinco entrenamientos con Alberto Gallego. El problema es que el Elche parte de muy abajo, tanto que más que "margen de mejora" corresponde hablar de "obligación de mejora".
Gallego mantiene ahora mismo su condición de interino, algo que no ha sido obstáculo para que el equipo siga evolucionando, pero que no parece lo mejor si se piensa en el medio plazo (y volver a la lucha por la permanencia se ha convertido para los franjiverdes en una meta a alcanzar a medio plazo). Christian Bragarnik debe confirmarle en el cargo o anunciar al nuevo técnico cuanto antes, el vestuario necesita estabilidad.